12 episodios, total: 640 min. País: Reino Unido.
Dirección: Paul Seed y Mike Vardy.
Guión: Andrew Davies, sobre las novelas de Michael Dobbs.
Fotografía: Ian Punter, Jim Fyans y Keith Thomas (C.)
Música: Jim Parker.
Dirección artística: Ken Ledsham y Susan Hanner.
Interpretes: Ian Richardson (Francis Urquhart); Susannah Harker (Mattie Storin); Diane Fletcher (Elizabeth Urquhart); Miles Anderson (Roger O´Neill); Alphonsia Emmanuel (Penny Guy); Colin Jeavons (Tim Stamper); David Lyon (Primer Ministro Hanry Collingridge); Mitchael Kitchen (El rey); Kitty Aldridge (Sarah Harding); Nicholas Farrell (David Mycroft); Rowena King (Cloe Carmichel); Leonard Preston (John Stroud); Erika Hoffman (Lady); Jack Fortune (Ken Charterhouse); Nick Bimble (Corder); Berenice Stegers (Princesa Charlotte/ La princesa gorda); David Ryall (Sir Bruce Bullerby/ El pit-bull); Paul Freeman (Tom Makepeace); Isla Blair (Claire Carlsen); Nikolas Grace (Geofrey Booza Pitt); Yolanda Vazquez (María Passolides); Leon Lissek (Evanghelos Passolides); Kevork Malyan (Nures).
SINOPSIS:
"HOUSE OF CARDS" Francis Urquhart es el político perfecto. Impecablemente diplomático, encantador, admirado, de confianza y respetado por todos. Ha servido fielmente a su partido, sin duda, pero los acontecimientos que se avecinan están a punto de despertar su ambición. Cuando Margaret Thatcher muere la caza para reemplazarla ha comenzado.
Urquhart es un conservador de línea dura que cree que un lider debe ser fuerte. Según su opinión, ninguna de las opciones está a su altura. Naturalmente se guarda sus opiniones para sí; Como jefe de grupo de su partido su soporte es muy valioso, pero tiene que caminar con mucha cautela, pues dar soporte a un perdedor podría costarle su puesto. Al dar soporte a la opción ganadora pretende conseguir un puesto en el gabinete del nuevo primer ministro.
Pero el nuevo primer ministro, Collingridge, cree que Urquhart es demasiado valioso en su puesto actual y le niega un puesto ministerial. Urquhart está furioso, pero oculta su menosprecio por su jefe con su habitual sonrisa de cocodrilo cortesano.
Collingridge, en su opinión, no durará mucho en el cargo, y él se dispone a ayudar a acelerar su salida.
Una periodista joven y sin experiencia, Mattie Storin, servirá sin saberlo, a los súcios manejos de Urquhart, cuando lo que pretendía era aprender como funciona la política en Westminster.
Urquhart utiliza a Mattie para filtrar historias comprometedoras sobre sus rivales; Estallan una série de escándalos.
Collingridge tiene sérios problemas como político y no tiene más remedio que dimitir como primer ministro. Irónicamente aún tiene una gran fé en Urquhart.
Como los escándalos y las historias de filtración hacen estragos, Mattie Storin comienza a sospechar que alguien se la ha jugado a Collingridge, pero está demasiado involucrada sentimentalmente con Francis Urquhart (a quién llama "Papaíto" en los momentos de intimidad
-parece tratarse de un caso de complejo de Elektra-) para darse cuenta de que está siendo utilizada. Esta relación cuenta con la bendición de la señora Urquhart.
Las intrigas despiadadas de Urquhart funcionan. Todos sus rivales principales han sido desacreditados, pero aún no tiene una garantía absoluta de su victoria.
Mattie descubre que su "papaíto" no es lo que parece. Urquhart, que tiene mucho que perder si los sentimientos se interponen en su camino, llegará hasta cualquier extremo para impedir que ella, o cualquier otra persona, sepan exactamente lo que ha hecho para ser el nuevo primer ministro de su majestad.
Comentario: Este monstruo es terriblemente creíble. Esta es una série tan inteligente, reveladora y cínica como su personaje principal. Se basa en el libro honónimo de Michael Dobbs, quien tuvo acceso a información privilegiada, ya que estuvo a punto de ser vicepresidente del partido conservador. Se conocía claramente el tipo de canalladas que pueden ocurrir en las altas esferas del poder.
La mejor baza de la série es, sin duda alguna, la actuación de Ian Richardson, un actor tremendamente versátil; Esta es, a mi parecer, su mejor creación.
Los demás interpretes son excelentes, el guión es de la más alta calidad y toda la producción es excepcional; Superlativo todo.
Recientemente ha sido votada como una de las mejores séries de todos los tiempos por el B. F. I.
Merece situarse con toda justicia al mismo nivel de "Yo Claudio" y "El padrino I y II".
Rompiendo la cuarta pared - Machbeth, Lady Machbeth, Ricardo III, Maquiavelo y Rasputín en nuestros días - Un drama jacobino ambientado en los años 90.
Rompiendo la cuarta pared - Machbeth, Lady Machbeth, Ricardo III, Maquiavelo y Rasputín en nuestros días - Un drama jacobino ambientado en los años 90.
Francis Urquhart atrae inmediatamente al espectador por sus comentarios irónicos a cámara, confidencias discretas entre actor y espectador, y te obliga a acompañarle en esta historia de política ficción, divertida y totalmente oscura. En ocasiones nos dedica una cínica sonrisa de complicidad. A continuación se vale del abuso y la manipulación del sistema político para lograr sus propios objetivos políticos.
Como en las obras fundamentales su perspectiva sobre la corrupción de un individuo y de un entorno es realista. En esta entrega hay algo de humor negro británico.
Urquhart es tan despiadado como sumamente encantador y simpático. Maldad y encanto a partes iguales.
Francis Urquhart es un malévolo monstruo escocés, un dinosaurio ultraconservador oscuro y retorcido al que la ambición le otorga un gran atractivo sexual. La erótica del poder, ya saben.
La série cuenta con un muy buen elenco de apoyo:
Diane Fletcher como la esposa de Urquhart es idéntica a Lady Machbeth, empuja a su marido a jugar fuerte y súcio, al chantaje y hasta al asesinato; Un personaje tan fascinante como el de su marido de ficción.
Susannah Harker es una joven y atractiva periodista que comienza a utilizar a Urquhart como fuente para enterarse de lo que ocurre en la cámara de los Tories hasta que empieza a ír en una dirección peligrosa que conduce a un final de primera entrega increíble.
Miles Anderson como el pusilánime Roger O´Neill y Alphonsia Emmanuel como Penny, su novia; Están atrapados en las trampas de Urquhart y terminan siendo víctimas de él.
Otros personajes excelentemente interpretados son: Henry Collingridge, el líder del partido, ñoño y bienintencionado; Aún siendo inocente de un asunto de fuga de capital se vé obligado a dimitir por escándalo.
Malcolm Tierney como Patrick Woolton el ministro de defensa que odia a sus colegas de partido.
Y Colin Jeavons, como el viscoso Tim Stamper, el protegido de Urquhart, que como Urquhart con Collingridge espera ser recompensado algún día por los servicios prestados.
HOUSE OF CARDS es un buen ejemplo de lo que el thriller político debe ser: Desprecio seco y divertido por la política y transmisión de un mensaje eterno. Esta entrega es superior a sus dos secuelas.
Pero mordacidad aparte, la série es terriblemente ingeniosa y entretenida.
La política es un castillo de naipes y Francis Urquhart es el comodín. Aunque no hacía falta, a mi parecer compararle visualmente con una rata súcia, puesto que el público ya se dá cuenta de como és.
Frases para el recuerdo:
FRANCIS URQUHART: "Usted puede pensar eso. Yo me abstengo de hacer comentarios".
PATRICK WOOLTON: "¡Vaya estúpido! (se refiere al primer ministro Henry Collingridge): ¿'Mantenernos todos juntos'?, parece el lema de un prostíbulo de Marrakesh".
FRANCIS URQUHART: "La única ambición de Collingridge éra la de caer bien a todo el mundo, eso se le puede pedir a un cocker spaniel o a una prostituta pero no a un primer ministro de su graciosa majestad".
MATTIE STORIN: (A Urquhart): "Quiero llamarte 'papaíto' ".
--------------------------------------------------------------------------------
SINOPSIS: 'TO PLAY THE KING': En "JUGADA DE REY" la segunda entrega de la sátira política "CASTILLO DE NAIPES" el viejo y deliciosamente malvado Francis Urquhart, que llegó al poder en la primera entrega, parece tener todo lo que quiere: Es el primer ministro, no tiene rivales inmediatos y todos los que conocen sus crímenes o bién están de su lado, o bién están muertos.
Sin embargo, un nuevo desafío se le presenta cuando la reina muere y el nuevo rey (Michael Kitchen componiendo un perfecto Prícipe Charles) demuestra ser un forúnculo en el culo de Urquhart ("El rey tiene idéas", -piensa el primer ministro-).
Sin embargo, un nuevo desafío se le presenta cuando la reina muere y el nuevo rey (Michael Kitchen componiendo un perfecto Prícipe Charles) demuestra ser un forúnculo en el culo de Urquhart ("El rey tiene idéas", -piensa el primer ministro-).
El rey está preocupado por los efectos secundarios de la política del primer ministro: La escasez de la vivienda, la pobreza y una brecha cada véz mayor entre los ricos y los pobres.
Cuando critica a Urquhart en público se hace evidente para este que el rey debe abdicar; Y rápidamente Urquhart, -que puede ser un firme defensor de la monarquía como concepto pero sabe que un soberano individualista supone una amenaza para su administración- se pone manos a la obra para lograr la abdicación.
La princesa gorda (basada en Sarah Ferguson, la Duquesa de York) ex-mujer del rey forma parte del siniestro plan urdido por Urquhart. El terrorismo de estado entra también dentro de sus planes. Pero alguien muy cercano al primer ministro posée información que podría acabar con este.
Comentario: Mas profunda, más rica en matices, con un núcleo emocional sorprendente en una comedia. Menos humor negro, más sátira. Con un transfondo emocional oscuro e inquietante. El ritmo es un verdadero problema.
En esta ocasión el guión de Andrew Davies se burla de las travesuras de la familia real británica desde el punto de vista de un villano que la fustiga sin piedad.
Encuentro particularmente deliciosos los duelos verbales entre el rey y el primer ministro, auténticas batallas épicas de voluntades y palabras dígnas de George Bernard Shaw.
No obstante, la monstruosidad anteriormente demostrada por Urquhart ha adquirido proporciones shakesperianas. El asesinato que puso fin a la primera parte continúa persiguiendole como el fantasma de Banquo a Machbeth.
Una secuela poco común que no consigue escapar de la redundancia.
Richardson sigue estando maravilloso, nos deleitamos con un rostro que revela todo el arco de una ceja o el hundimiento de una mejilla. La maldad de la vejez puede acabar con el entusiasmo de la juventud. Urquhart es uno de los malvados más terribles y aterradores de la televisión.
La encuestadora Sarah Harding sucumbe al poder de Urquhart, lo mismo que la periodista Mattie Storin, pero es una relación fría en comparación con la que existía entre Mattie y el primer ministro; Y el final, extrañamente carece de los extremos emocionales presentes en la primera parte.
Dicho esto, "TO PLAY THE KING" es muy agradable, la angustia del rey está maravillosamente interpretada por Michael Kitchen, a pesar de que parece demasiado inteligente para ser miembro de la familia real británica.
Colin Jeavons en esta entrega resulta espeluznante, frío y furioso en su papel de Tim Stamper, el jefe de partido que lleva a todos sus miembros a golpe de látigo y que es rechazado por Urquhart para un puesto más alto.
Diane Fletcher continua estando maravillosa haciendo de una Lady Macbeth metida a primera dama; Es una mujer que no tiene sentimientos, ni remordimientos, ni empatía hacia nadie; Aunque está viviendo un romance con Corder, el jefe de seguridad de su marido, -un asesino de la extrema derecha-, con el consentimiento de Francis Urquhart.
David Ryall interpreta con mucha gracia a Sir Bruce Bullerby "el pit-bull", infame y borrachín director de un periodicucho sensacionalista. Bernice Stegers, como la princesa gorda, Charlotte, está fantástica en sus breves apariciones.
En una cruel escena están la princesa gorda y Sir Bruce en la alcoba de ella, en pleno intercambio carnal, mientras en la sala de estar el ridículo consorte de la princesa Charlotte, Lord Quillington (Frederick Treves), mira en la televisión un documental de la B.B.C. sobre el apareamiento de los elefantes marinos.
La série se burla de Diana de Gales y de Sarah Ferguson, quedan como dos chantajistas.
El hecho de que el rey cuente entre sus asesores de confianza con una negra comunista y un gay no va a ayudar mucho al monarca.
El hecho de que el rey cuente entre sus asesores de confianza con una negra comunista y un gay no va a ayudar mucho al monarca.
Hacia el final el espectáculo se debilita un poco. Lo importante de las diversas subtramas que se abren en los dos primeros episodios de esta segunda entrega se resuelven al final deprisa y corriendo. Las buenas personas se convierten en víctimas y el rey tiene una conclusión triste; Aquel que no quiso hacer las cosas mal ahora no puede hacer nada bueno. El Primer ministro ha tenido que enfrentarse a la posibilidad de traición por parte de los más cercanos a él. Parece que nadie puede con Francis Urquhart.
Un consejo: Si te dedicas a la política no cojas el coche oficial para ír a denunciar a otro político, aunque este sea de tu mismo partido.
Tim Stamper y la Princesa gorda: http://youtu.be/qAwhKqZsTrA
--------------------------------------------------------------------------------
"THE FINAL CUT" es la entrega más negra -en todos los sentidos- y lenta de la trilogía "HOUSE OF CARDS". El texto está pésimamente adaptado y deja de ser definitivamente una comedia negra o una sátira para convertirse en algo muy pretencioso que acaba quedándose al final en agua de borrajas, pretendiendo ser una tragedia griega.
SINOPSIS: Francis Urquhart ha logrado ser primer ministro más tiempo que Margaret Thatcher (estatua de la cual van a inaugurar proximamente en los jardines cercanos al número 10 de Downing Street); Y ahora Urquhart está considerando su eventual retiro. Sin embargo, su pasado sigue persiguiéndole. Cuando era joven Urquhart participó en una insurección en Chipre y asesinó friamente a dos campesinos griegos adolescentes para, a continuación, hacer desaparecer sus cuerpos quemándolos. Además, su eposa, que hasta el momento lo apoyaba está muy entusiasmada, en todos los sentidos, con su amante Corder, el matón de seguridad de su marido.
La noticia de que hay petroleo en Chipre sacude a los griegos y una série de graves disturbios civiles se desparraman. De pronto, estalla la noticia de que el alto comisionado británico ha sido secuestrado por los rebeldes. Urquhart lanza toda su ofensiva con mano dura y firme. Mientras Claire Carlsen, la nueva secretaria particular de Urquhart, descubre toda la verdad sobre el historial de guerra de su jefe, un grave incidente con niños asesinados precipita el final de Urquhart. Un final que va a sorprenderle tanto a él como al espectador.
Comentario: El autócrata escocés Lord Reith de la B.B.C. dijo en una ocasión: "La mejor forma de gobierno es el despotismo moderado por el asesinato".
Churchill, por el contrario, opinaba que la democracia es una forma terrorífica a la hora de gobernar una nación, pero mucho mejor que todas las demás opciones.
Margaret Thatcher tuvo suerte tras muchos años como el matón-jefe nacional, con el tiempo su arrogancia le proporcionó un inmerecido tributo.
A través de los años la política ha sido un negocio sangriento, no lo olvidemos; Y la democracia que tanto cacareamos esconde todo el juego duro y súcio que fué necesario para instaurarla.
Francis Urquhart es un terrateniente escocés vestido de demócrata; Incluso siendo un político conservador es un déspota, un asesino frío y un criminal de guerra.
Urquhart está a punto de salir del número 10 de Downing Street por la puerta grande, pero para su desgracia está mostrando síntomas de debilidad. Y la cínica y manipuladora Elizabeth Urquhart necesita proporcionarse un estupendo plan de retiro.
Personajes secundarios:
Paul Freeman como Tom Makepiece, cauteloso jefe de grupo del partido conservador que puede derrocar a Urquhart; Isla Blair como Claire Carlsen, trabaja para Urquhart mientras está involucrada sentimentalmente con el rival político más inmediato del primer ministro: Tom Makepiece; Nick Brimble como Corder, desempeña un papel fundamental dentro de la trama, su relación con la señora Urquhart va viento en popa.
En el apartado negativo:
Nickolas Grace como Geoffrey Booza Pitt compone un personaje mediocre, frustrado y rijoso que no tiene ningún peso específico dentro de la trama, y por tanto es un personaje inútil. Y el presidente de Chipre parece demasiado torpe e ineficaz para desempeñar un cargo tan importante como el que tiene.
El reparto en esta ocasión es irregular y amortigua las posibilidades de "THE FINAL CUT", que parece contar en esta ocasión con un presupuesto menor al de las otras entregas de la série. Esto se nota en las escenas que transcurren en Chipre.
La fotografía de Ian Punter retrata con gran finura y acierto el túrbio mundo que aquí se nos plantea. La atmósfera túrbia que crea para esta minisérie es uno de sus principales logros.
Lamentablemente lo que falla es la dirección de Mike Wardy -el director de las dos extraordinarias entregas anteriores Paul Seed no quiso hacerse cargo de esta entrega, y eso se nota-; Esta entrega final parece de mala calidad (se incluyen en ella desnudos innecesarios de una actriz que se acaba de incorporar a la série, -Isla Blair no logra hacernos olvidar a Susannah Harker-; Un truco de principiante para atraer a la audiéncia). Y el ritmo es vacilante en todo momento. La dirección artística de Ken Ledsham sigue siendo excelente.
Observen que no he hablado hasta ahora de la música de Jim Parker. Me parece simplemente funcional, cumple con su cometido y poco más. No es un aspecto destacable de la série.
En el guión Andrew Davies vuelve a adaptar una novela de Michael Dobbs, al que no se acredita como autor debido a conflictos con los ideólogos de la série con respecto a su trilogía literaria; (Al parecer los de la B.B.C. se tomaron demasiadas libertades con respecto a las adaptaciones de los libros: Muchos cambios de sexo de personajes fundamentales para el desarrollo de la trama, situaciones alteradas hasta el absurdo, etc.) No las he leído, no puedo opinar. Lo que puedo decir es que no es un guión demasiado bueno el de esta tercera entrega, ni mucho menos, hay algunos aspectos decididamente sórdidos e improbables en la historia como para resultar amena. E incluso un final, a priori tan satisfactorio, se resuelve de manera demasiado complicada como para tratarse de un buen final de trilogía. Tal vez esto sean defectos de las novelas de Dobbs, no del guión, repito que no lo sé. Ciertamente es la entrega más floja. Pero es muy difícil hacer un "tres en raya" cinematográfico, sinó miren "El padrino III", que es muy inferior a las otras dos entregas.
El resultado es como sus personajes secundarios, algo que frena el interés por ver esta parte final.
El final de Urquhart: Esta es la mirada de un experimentado político que se agarra desesperadamente al poder, por última véz. Urquhart parece estar obsesionado con la sombra de su precursora Margaret Thatcher y con los fantasmas de su pasado, que por otra parte, nunca han dejado de rondarle; Sólo que cada véz lo hacen con más persisténcia.
Aquí sabemos que Urquhart en el pasado formó parte del ejército de Chipre, país al que ahora
amenaza con saquear y destruír.
Propone una nueva y reiterativa mirada a la caída de un gobierno y el ascenso de un sucesor.
Un gran momento para el recuerdo: Al principio, cuando se intercalan imágenes del sacrificio y del entierro de la vieja perra de caza de Urquhart -muerta por este de un certero tiro con escopeta- con el entierro de Margaret Thatcher (ambas demasiado viejas para seguir ejerciendo su función de excelentes cazadoras).
Para los fans del film "Seven": El gran Kevin Spacey ha protagonizado recientemente un remake de "House of Cards" dirigido por David Fincher.
A medida que su permanencia en el poder empieza a disiparse, Urquhart se esfuerza cada vez más por mantener su autoridad. http://youtu.be/P-qAYCr4tkM
Michael Dobbs, autor de la trilogía HOUSE OF CARDS
Paul Seed, director de HOUSE OF CARDS y TO PLAY THE KING
Andrew Davies, adaptador de la trilogía HOUSE OF CARDS