"Boccaccio '70" (1962). Gran broma en cuatro actos diseñada por Cesare Zavattini y producida por Carlo Ponti, que tiene como tema principal de la sátira del puritanismo y del moralismo. El que se acercó más al tema fué Federico Fellini con "Las tentaciones del doctor Antonio"; Con "El trabajo" Luchino Visconti muestra un sarcasmo implacable, inusual en él; El episodio de Vittorio De Sica - "La rifa" - es el más divertido. Cuando el productor eliminó el episodio de Mario Monicelli "Renzo y Luciana" - Escrito por Giovanni Arpino, sobre el cuento de Italo Calvino "La aventura de una pareja casada" - del montaje para el extranjero, los otros tres directores decidieron no ir a Cannes por solidaridad.
Romy Schneider en el episodio "Il Lavoro" Dirigido Por Luchino Visconti -Acto I- "Boccaccio 70"
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Anita Ekberg Dirigida Por Federico Fellini - III º Acto de " Boccaccio 70 " - "Le Tentazioni del Dottor Antonio"
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Sophia Loren en El episodio "La Riffa" Dirigido Por Vittorio De Sica - Acto IV de " Boccaccio 70 "
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Mario Monicelli dirige a Marisa Solinas en "Renzo e Luciana" - "Boccaccio '70" - Episodio eliminado
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Título original: "Boccaccio '70"
Año: 1962 Duración: 210 min. (4 episodios) País: Italia
Directores: Vittorio De Sica, Federico Fellini, Mario Monicelli, Luchino Visconti
Guionistas: Giovanni Arpino, Italo Calvino, Suso Cecchi d'Amico, Federico Fellini, Ennio Flaiano, Mario Monicelli, Goffredo Parise, Tullio Pinelli, Brunello Rondi, Luchino Visconti, Cesare Zavattini.
Música: Nino Rota, Armando Troaioli, Piero Umiliano
Fotografía: Otello Martelli, Giuseppe Rotunno, Armando Nanuzzi (C.)
Reparto: Marisa Solinas (Luciana); Germano Gilioli (Renzo); Anita Ekberg (Anita); Peppino De Filippo (Dr. Antonio Mazzuolo); Romy Schneider (Pupe); Tomas Milian (Conde Ottavio); Romolo Valli (Abogado Zacchi); Sophia Loren (Zoe); Luigi Giuliani (Gaetano); Alfio Vita (Sacristán); Paolo Stoppa (Abogado Alcamo).
Producida por: Cineriz. Coproducción Italia-Francia
Género: Drama/Comedia romántica/Sátira/Fantasía.
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La película "Boccaccio '70", y el escritor Boccaccio, mostraron que estaban por delante de su tiempo en su presentación de mujeres fuertes haciendose cargo de sus destinos.
Supongo que el título de "Boccaccio '70" fue elegido como una referencia a la famosa obra renacentista "El Decamerón", aunque en lugar de diez historias esta película se compone sólo de cuatro (de tres en la versión internacional). ¿Por qué este "70"? Tal vez fue pensada como una película de los años 70, como esperando una nueva era de películas sensuales, no lo sé. De todos modos, se estrenó en 1962, así que estoy confundido sobre el título.
Cuatro entretenidos cortos con un tema sexual, pero que no muestran la desnudez femenina, -son de principios de los años 60-. Es una gran película, (incluso después de los, casi cincuenta años, transcurridos desde su realización). En general, es una película muy interesante, pero irregular. Algunos segmentos son de visita obligada, otros pueden resultar algo farragosos, pero ningún segmento es mediocre, el efecto general es excelente.
Estos cuatro directores, definitivamente, se distinguen unos de otros; Demostrando todos una gran arrogancia en sus planteamientos.
El factor común entre los tres segmentos es un discurso moral acerca de las fronteras sexuales que los seres humanos nos ponemos y sobre lo que puede ocurrir si realmente transgedimos los límites que la sociedad nos impone. ¿Dónde se encuentra exactamente la frontera de sus tabúes? El amor y la crítica social vistos veinte años después del fascismo. La película también se deja ver como simple entretenimiento, las cuatro damas protagonistas son cautivadoras e intensas (aunque, personalmente, no me gusta Anita Ekberg).
Cuatro grandes directores nos brindan sus relatos en esta entretenida y bella obra, revisando la sociedad italiana de la época con mucha fuerza y clase.
En definitiva, cuatro historias que tratan el amor mientras denuncian las costumbres fascistas italianas, todavía en uso en la década de los sesenta, y que sirve para pasar un rato agradable entre tanta señora favorecida.
Las palabras no son suficientes para esta maravillosa sátira cuádruple.
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Marisa Solinas
En el episodio de Monicelli "Renzo y Luciana" una joven pareja busca su privacidad. Monicelli fue un director muy notable, -con 92 años siguió trabajando-, se las arregló para narrar historias narradas de manera muy directa y valiente. Aquí presenta una pequeña y muy bella película sobre una pareja cuyas experiencias como recién casados son terribles.
Monicelli ofrece en este film un descarnado retrato de la clase obrera italiana. La falta de espacio vital (la casa, la piscina, el cine) unido a la obsesiva dependencia del trabajo y del dinero como medios para obtener bienes materiales necesarios, es el tema resaltado por Monicelli de manera notable; Si bien tiende un poco al pecado más generalizado de los italianos: la exageración. A pesar de ello, la lucha por sobrevivir, para conseguir llevar una vida digna trabajando de sol a sol, nos evoca a tiempos pasados, mucho más difíciles que los actuales, de manera detallada y concisa. El director pone un fuerte acento en la crítica social al hablar de los jóvenes consortes a los que las duras condiciones económicas les obligan a tener que soportar muchas dificultades en su vida familiar.
El segmento fue eliminado del montaje final en parte debido a la excesiva duración de la película, y en parte porque la película de Monicelli es la única parte que no cuenta con una estrella de renombre internacional. La película adolece algunos problemas de ritmo y es un poco larga (probablemente habría sido mejor para acabar con ella unos minutos antes, justo después de que ella saliera de la casa de sus padres) pero, en general, resulta una preciosa historia.
Una escena que puede provocar náuseas es ver al jefe de Luciana con un escueto bañador; (Escena, en parte compensada al aparecer la hermosa Marisa Solinas en combinación durante una visita al ginecólogo).
Sinopsis: En "Renzo y Luciana" Monicelli nos cuenta la historia de un hombre y una mujer que se ven obligados a esconder su boda a su jefe común para no perder sus respectivos trabajos. El cuento no es divertido pero resulta muy convincente; Dos recién casados no encuentran espacio ni tiempo para estar solos. La película los sigue, ya que utilizan su tiempo de almuerzo para ir a una iglesia alejada y casarse. Los recién casados deben compartir el pequeño apartamento con los padres de la novia (esta circunstancia no les dará un segundo de privacidad, con una casa ruidosa, unos parientes entrometidos y una puerta de cristal que separa el salón de su dormitorio); Como no pueden decirle a nadie más que a su familia que están casados esto les crea muchas complicaciones. El jefe de la oficina, al que obviamente le gusta la bella Luciana, decide ír a por ella cuando la vé en una piscina pública. Las cosas van de mal en peor, hasta que el jefe encuentra Luciana abrazando a Renzo. Una idea viene a la mente de Luciana: Si los dos son despedidos el finiquito les permitirá poner la entrada para un apartamento propio.
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Anita Ekberg
En el segundo segmento: Federico Fellini presenta en "La Tentazioni del Dottor Antonio" a un hombre muy conservador y mojigato que se escandaliza por un cartel de una valla publicitaria donde aparece Anita Ekberg anunciando leche.
El Dr. Antonio inicia una personal cruzada contra la inmoralidad. Se obsesiona tanto con el cartel que crée que una noche la figura gigantesca del cartel ha bajado de la valla para perseguirle. Anita Ekberg, se burla de él sin piedad. A pesar de sus airadas protestas el Dr. Antonio, que quizá no ha visto una mujer tan cerca en su vida, se revela impotente para luchar en contra de una diosa 'lactatio' como Anita Ekberg.
El gran Peppino DiFilippo encarna al Dr. Antonio, y Anita Ekberg -que había causado sensación en el anterior film de Fellini "La Dolce Vita"-, hace lo mejor que sabía hacer: De ella misma.
Aquí la Ekberg aparece como una hiper-voluptuosa mujer de 100 pies de altura, que sale de una valla publicitaria, dónde anuncia leche, para atormentar a un censor del Vaticano -episodio absolutamente hilarante-.
Fellini dirige con la historia con nervio, y a pesar de algunas lagunas de ritmo, expone una ácida crítica contra el puritanismo y la hipocresía de los estamentos más conservadores de una Italia que luchaba para hacerse un hueco entre la moderna Europa. El episodio de Fellini y Ekberg es muy audaz.
Primer film en color de Fellini; Divertido pasatiempo con efectos especiales del director de Rimini, antes de embarcarse en la que sería su obra maestra: "Fellini 8 1/2".
Ahora ya no soy un fan de la mayor parte de su obra -Sinceramente, creo algunas de sus películas son demasiado indulgentes y están demasiado sobrevaloradas-. En esta ocasión, sin embargo, aunque la obra no es perfecta, no tiene desperdicio.
Sinopsis: El personalísimo Fellini presenta una pieza muy tontorrona, bella y surrealista sobre un hombre pequeño y desagradable -que me recuerda a Groucho Marx, con gafas de pasta, bigote de fascista y pelo cortado a cepillo- que úsa toda su energía tratando de imponer sus aberrados puntos de vista sobre la sexualidad a todo el mundo. Prácticamente, todo lo que vé él piensa que es súcio o inmoral, incluso las cosas más inocentes son atacadas por este auto-nombrado cruzado por la virtud. Los mojigatos de edad madura de la ciudad son como él, pero la mayoría de los habitantes piensan (correctamente) que es un auténtico coñazo de tío.
El colmo de este tipo es un cartel gigante con la voluptuosa Anita Ekberg anunciando leche, que ha sido instalado delante de su casa. Prácticamente desquiciado, el censor trata en vano de conseguir que se elimine la imagen supuestamente escandalosa. ¡Incluso recurre a lanzar pintura sobre la imagen de la diosa de la lactáncia!. Finalmente, el hombre llega a tener alucinaciones con la bomba sueca persiguiéndole (Esta parte es muy parecida a la escena crucial del film de série B "El ataque de la mujer de 50 pies", ¡pero esta es mucho, mucho más divertida!).
Posée indudables méritos, sobre todo en lo que respecta a la composición formal, sentido de lo onírico, la preciosa banda sonora, nada menos que de Nino Rota, y el inherente costumbrismo que denota la idiosincrasia de parte del pueblo romano de principios de los 60 (Sensacional introducción de una Roma burlesca, con un Cupido regordete con las alas de seda y monjas con en el vestido de papel); Y la idea principal respecto a los complejos sexuales que obsesionan los moralistas más convencidos está expuesta muy claramente.
El film está desequilibradado en su estructura interna. La tentación se alarga sin necesidad, con una Anita Ekberg bellísima pero inexpresiva y un Peppino di Filippo cuyo repertorio interpretativo se agota rápidamente ante lo reiterativo de la situación. La anécdota del cartel, que podía haber sido un chiste más, se apropia del cuerpo de la película, que abandona su tono de sátira para internarse en vericuetos psicoanalíticos, más propios del Roman Polanski de la primera época, que de Fellini. Ahí reside su talón de Aquiles. La última parte, sobre todo, la visión lúgubre del entierro de Anita, es aburrida. Se desliza hacia terrenos alegóricos en los que Fellini no se siente a gusto. En cambio todo el principio es un ágil ballet de color y un muestrario de caricaturas en situaciones bien concebidas, que desarrollará en su filmografía posterior.
Después de verla no pude sacarme nunca la melodía de la cabeza: "Bevete piu latte' (hay que tomar leche), que es la canción comercial de la cartelera. Es muy carnavalesca, versátil y entretenida. Es una lástima que el operador Giuseppe Rotunno ("Amarcord","Il Gattopardo") no dignificara este segmento con su arte (como lo hizo con el segmento poético que presentó Visconti, y del que seguidamente pasaré a hablar).
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Romy Schneider
'Bocaccio 70' reunió a cuatro directores estupendos por primera y única vez. Además del corto de Visconti, -que paso a comentar a continuación-, me gusta mucho el de Fellini, -ya comentado antes-, y los demás también, sobre todo por los actorazos que intervienen.
En general todos los episodios acusan el paso del tiempo, excepto el que comento con Romy Schneider, elaborado por Visconti como si de una obra de teatro se tratara. Esto no lo digo en el sentido peyorativo con el que se suele hablar (injustamente) del teatro filmado, -por muy estática que esta fórmula pueda parecer a algunos-, sino por el dominio de los detalles, la expresividad, los gestos y los sentimientos desarrollados en un espacio reducido a través de una cámara ágil, expresiva.
El tercer segmento -"Il lavoro" ('El trabajo')- es el más exquisito de los cuatro, reflexivo, artificial aposta y rodado con gran estilo. Es un placer ver a Romy Schneider dirigida por Luchino Visconti.
Pero lo que me quedó clavado en la cabeza fué el desolado personaje de Romy Schneider, muerta de amor por un esposo fatuo que era incapaz de apreciar su angustia y su entrega, teñida del cinismo de los que sufren por el desengaño.
El gran Visconti ya la había dirigido en teatro, en cine se estrenan en este breve episodio que siempre que lo veo me produce una sensación de desasosiego: Y es que está siendo representada la propia vida de Romy sin ella saberlo aún, en aquellos años 60 en que tuvo un despertar creativo y sentimental muy fuerte que la marcaría para siempre.
Plantea una situación donde se juega, fundamentalmente, con los intentos de una mujer sexualmente insatisfecha por atraer al hombre que ama, su cónyuge, que no solo no le hace caso sino que se vá de putas; La emoción del riesgo sentimental hace mella en esta mujer, pués será capaz de darlo todo con un afán suicida. El episodio tiene una carga dramática de gran interés y un enorme valor. El guión está basado en el relato de Guy De Maupassant "Au Bord Du Lit".
Mi adorada Romy Schneider tuvo una vida sentimental ajetreada y terrible. Al parecer sólo amó a Alain Delon, quien la dejó repentinamente; Esta fué la primera de una série de desdichas que terminarían con el suicidio de la actriz, tras la muerte por accidente de su hijo, del suicidio de un ex marido y de un devenir de situaciones dramáticas de distinto tipo. Dramas tremendos se ocultaban tras su distinguido porte y la belleza serena, misteriosa y envolvente, que Visconti volvería a retratar en "Ludwig", una colaboración tan solo, pero dónde la diva deja una impresión también muy poderosa.
Mi adorada Romy Schneider tuvo una vida sentimental ajetreada y terrible. Al parecer sólo amó a Alain Delon, quien la dejó repentinamente; Esta fué la primera de una série de desdichas que terminarían con el suicidio de la actriz, tras la muerte por accidente de su hijo, del suicidio de un ex marido y de un devenir de situaciones dramáticas de distinto tipo. Dramas tremendos se ocultaban tras su distinguido porte y la belleza serena, misteriosa y envolvente, que Visconti volvería a retratar en "Ludwig", una colaboración tan solo, pero dónde la diva deja una impresión también muy poderosa.
Sinopsis: La tercera historia: "Il Lavoro", nos presenta al conde Ottavio, -un noble empobrecido casado con la niña rica Pupe ('muñeca' o 'autómata' en alemán), la superficial hija de un hombre extremadamente rico-; Ottavio acaba de ser sorprendido por los paparazzi en una situación (o mejor dicho, posición) muy comprometida con una prostituta de clase alta, esta situación acaba de ser mostrada en todos los tabloides. Mientras tanto, en su gran salón, Pupe parece estar como ausente del mundo real mientras acaricia varios gatos cuyos ojos son clónicos con los de ella; -Es como un bello pájaro en una jaula de oro-. Pero más adelante resulta evidente que le excita tener un marido lujurioso, y que ha tomado una decisión para empezar a ganar su propio sustento en un trabajo regular: Pretende ser, además de dama en el salón, puta en la cama. Octavio, que al principio se opone, se dá cuenta de la dependencia financiera que sufre Pupe. Pupe exige el mismo tipo de pago que su marido dá a las zorras de alto standing. Al final, vemos como Ottavio escribe un cheque y después se acerca al tálamo dónde Pupe yace acostada y abierta al deseo.
La fantástica Romy Schneider resulta insustituible en su papel de la princesita de porcelana Pupe, encerrada en su palacio de marfil; Y Tomas Millian luce mucho porte en esta historia agridulce sobre un marido mujeriego que se excita con fulanas de lujo, y una insatisfecha esposa que se prostituye con su própio marido.
Aquí Visconti sometió a un análisis riguroso de la cuestión de base que sostiene un matrimonio moderno entre gente rica, ociosa y aburrida. es también la historia de una joven burguesa dependiente (Romy Schneider) que un día se enfrenta a la necesidad de ganar dinero por ella misma, pero comprende que no sabe hacer nada. Y gracias a la conducta inmoral de su marido entiende que no tiene nada que ofrecer a su hombre, con la excepción de su cuerpo.
Romy vestida de Chanel es muy sexual (utilizo esta palabra muy lejos de querer resultar vulgar), parece un ser irreal, rodeado de niebla, que abriga en su interior secretos inconfesables de deseo de tacto. Ella es exquisita, por supuesto, pero en manos de Visconti es superlativa. Visconti, como George Cukor, supo guiar a sus mejores actrices.
La imágen de Romy Schneider vistiendose delante de un espejo, delante de nosotros, (tras mostrar su espalda mojada) es un plano para el recuerdo. Romy Schneider juega a pervertir su tonto personaje de "Sissy", y resulta gloriosa su sutil actuación en este segmento.
Como he dicho, soy un gran amante del teatro, siempre que señalo estos aspectos lo hago de forma elogiosa. Así que para mí, tras la secuencia final, los últimos gestos de Romy (se apagan lentamente las luces y lentamente cae el telón... de un teatro imaginario), porque lo que va a ocurrir a continuación es algo tan sutil e íntimo se perdería toda la emoción si la obra continuara. No sé si me explico muy bien: Pero resulta muy emocionante, y más aún conociendo el trágico final de la actriz -que tuvo lugar alrededor de veinte años después de esta película-, muerta en la plenitud de sus facultades actorales, haciendo gala de su bellísima madurez, pero fatalmente desolada en su vida sentimental.
Los matrimonios de conveniencia y la clase alta son mostrados con crudeza por el director, que conduce con brío su mediometraje hasta llegar a un climax que deja sin palabras, cortando justo al punto exacto dónde debía, y convirtiendo una obra sencilla en algo soberbio.
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Sophía Loren
Sinopsis: El último cuento, "La Riffa", dirigido por Vittorio De Sica y escrito por Cesare Zavattini, nos lleva a un pequeño pueblo de Nápoles donde Zoe (Sophia Loren), una mujer muy hermosa tiene una galería de tiro itinerante. Su hermana, que tiene un bebé, necesita dinero; Ante la imposibilidad de conseguirlo honradamente, su abyecto cuñado idea una rifa en la que Zoe será el premio. Huelga decir que todos los asilvestrados hombres de la ciudad compran todos los boletos. El sacristán de la aldea (Alfio Vita) es el ganador, pero cuando viene a reclamar su premio, Gaetano (Luigi Giuliani), quien está secretamente enamorado de Zoe, no permitirá que el sacristán se acueste con la preciosa Zoe.
El resultado final fue un maravilloso corto de De Sica -mi director italiano favorito-. En esta pieza extraña, se lleva a cabo una lotería ilegal; ¡Pero en lugar de los premios habituales, una noche de sexo con Sofía Loren será el premio! Y claro, todos los hombres viejos, feos y desdentados de la ciudad se dán empujones, ahorran para poder inscribirse en el concurso.
Todo este pueblo se empeña en que la santa Zoe se convierta en una puta. En este sentido el corto enlaza argumentalmente con el episodio de Romy Schneider y Visconti. Una rareza en tono de comedia ligera que realmente vale la pena ver.
A pesar de ser un segmento muy atractivo, realmente no es demasiado explícito sexualmente y tiene un final feliz.
De Sica hizo grandiosas películas en la época del norrealismo, pero luego cedió al cine comercial y pareció que hubiera dejado de existir para la crítica más o menos importante. Su segmento es muy ligero y benévolo, con mucho humor picante, y lo más importante: La Loren en su mejor momento. Su simpatía es el gran acierto del episodio, un cuento alegre dónde la inocencia no tiene sentido.
Vittorio De Sica emplea el voluptuoso cuerpo de la Loren en una rifa para catetos. La actriz se basta ella sola para mantener a raya a todo un pueblo de salidorros aldeanos. En pocas mujeres del cine se ha visto tanto poderío como el que siempre ha despendido la diva. De Sica se sirve del embrutecido campesinado italiano para realizar su particular visión de la parte de Italia menos cultivada y estancada ante los nuevos tiempos que corrían.
Sophia Loren resulta maravillosa como la deslenguada y exhuberante Zoe. Ella había trabajado con De Sica anteriormente en las magníficas "El oro de Nápoles" (1954) y "Dos mujeres" (1961), y se nota que existía una gran complicidad entre la actriz y el realizador, cosa que obra en favor de este divertido segmento, con una segunda lectura irónica y crítica que vá más allá de su apariencia frívola. De Sica y la Loren volverían a trabajar juntos en las irrepetibles "Matrimonio a la italiana" (1963), "Ayer, hoy y mañana" (1964) "Los girasoles" (1969) y "Il Viaggio" (1974).
¡Ninguna actriz ha hecho los striptreases con tanta naturalidad como la Loren!
¡Ninguna actriz ha hecho los striptreases con tanta naturalidad como la Loren!
El episodio de Vittorio de Sica, "La rifa" es el film más entretenido, está lleno de elementos costumbristas, definitorios del pueblo italiano, sobre todo del de provincias, que goza de la siempre estimulante presencia de Sophia Loren, aquí más lozana que nunca. Bellísima y con un cuerpo de escándalo, vuelve locos a todos los hombres del lugar, incluido el protagonista masculino, un sencillo sacristán de un pequeño pueblo, que no quiere morir sin "probar hembra". Todo ello expuesto con ternura y con un erotismo ingenuo, pero provocador al mismo tiempo, sin resultar vulgar; Una operación nada facil que demuestra que De Sica conservaba intactas las facultades expositivas que una véz le convirtieron en un referente para todos los directores europeos (y americanos) de su época.
Con la excepción de la historia de la tentación que presentó Fellini, los demás episodios se centraron en los oprimidos de todos los estratos sociales, o en la situación de las mujeres prostituidas, de una manera u otra. Y, por supuesto, se podría argumentar, como lo hacen muchos, que ser un símbolo sexual en una valla publicitaria es otra forma de venta de uno mismo con la burda excusa de anunciar un producto.
Otro tema es el dinero, de la baja renta a la alta renta. La lucha por una buena vida, el dinero como un obstáculo para el verdadero amor; Como canta Sophia Loren en "La riffa": "Dinero, dinero, dinero ...; El que lo tiene vive como un pachá, y con los piés caliente está".
Renzo e Luciana
La Tentazioni del Dottor Antonio
Il lavoro
La Riffa
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