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martes, 23 de octubre de 2012

H. G. CLOUZOT, el genuino 'noir'



EL CUERVO  Le Corbeau (1943)  93 min.
 
Director: Henri-Georges Clouzot.



Guión: Louis Chavance y Henri-Georges Clouzot.
Fotografía: Nicolas Hayer (B/N).
Música: Tony Aubin.
Producida por: René Montis y Raoul Ploquin para Continental Films. 
 
Interpretes: Pierre Fresnay (Doctor Rémy Germain); Ginette Leclerc (Denise Saillens); Micheline Francey (Laura Vorzet); Hélèna Manson (enfermera Marie Corbin); Liliane Maigné (Rolande Saillens); Pierre Larquey (Michel Vorzet); Sylvie (La madre de un paciente con cáncer); Noël Roquevert (Saillens, el maestro de escuela); Antoine Balpêtré (Doctor Delorme); Jean Brochard (Bonnevie, el tesorero del hospital); Roger Blin (François, el paciente con cáncer de la cama nº 13); Marcel Delaître (el dominico).



 
 
Sinopsis: Una ola de histeria sacude el pequeño pueblo de St. Robin cuando una serie de cartas envenenadas y firmadas como "Le Corbeau"  denuncian a numerosos y prominentes miembros de la sociedad. El doctor Rémy Germain, un hombre pedante, arisco y antipático, es el primero en recibirlos: se le acusa de realizar abortos y de ser el amante de Laura Vorzet, la esposa del psiquiatra del hospital. Después "El Cuervo" arremete contra el médico jefe y el administrador del hospital. Las malas lenguas apuntan a la enfermera Marie Corbin, que con su conducta se granjeó la enemistad de muchos, pero todos tienen algo que ocultar, y nadie se siente seguro. La siniestra cadena de cartas pronto se convierte en una epidemia donde nadie queda a salvo de las misteriosas acusaciones.


 
'Dijo el cuervo: "Nunca más".' del poema 'The Raven' - Edgar Allan Poe.


La primera de las oscuras obras maestras de Clouzot./ Una obra de suspense del misántropo Clouzot dónde este desentierra los oscuros secretos de un Peyton Place galo./ La humanidad en tabloides./ El escándalo más famoso del cine francés durante la ocupación./ "Le Corbeau" ('el cuervo') no ha perdido sus plumas./ La plaga de la sospecha./ La oscuridad del corazón humano./ Psicología y sociología.




La segunda película de Clouzot, "Le Corbeau" fue una obra maestra de misantropía. Diseccionando el colapso moral de una pequeña ciudad francesa afectada por una ola de cartas envenenadas, Clouzot reveló una visión agria y amarga de la motivación humana. La codicia, la envidia, la hipocresía y el odio son los instintos de todos sus personajes; sospechas, crueldad y muchos informantes... Así era el poder entonces. Esta es la visión de Clouzot sobre la vida provincial que fue interpretada como un acto de colaboración con los nazis ocupantes, -los rumores sugieren que se estrenó en Alemania como propaganda antifrancesa-. Clouzot estuvo sin trabajar cinco años. La estupidez y la falsedad de las acusaciones que sobre él se virtieron fueron probadas, sobradamente, por sus películas posteriores.



 
De acuerdo con una breve entrevista al cineasta Bertrand Tavernier en el DVD de la edición francesa, la productora responsable de 'Le Corbeau' fue fundada a iniciativa del ministro de propaganda nazi, Joseph Goebbels. Se suponía que iba a producir cine apolítico, "edificante" y de entretenimiento; funcionando fuera del control y la autoridad de censura del régimen colaboracionista francés de Vichy. De alguna manera, en 'Le Corbeau' el director Henri-Georges Clouzot siguió al pié de la letra el precepto original de la compañía productora, pintando una imagen oscura y pesimista de la sociedad francesa de la época. El coraje, la audacia y la temeridad del director de 'Le Corbeau' se escapa a la comprensión del público contemporáneo. Muchos franceses, entre ellos la Resistencia y las autoridades de la posguerra, se ofendieron por esta representación. Sin embargo, un intertítulo dice explícitamente que la acción podría haber ocurrido en cualquier lugar.



 
Es cierto, el pasatiempo de hacer declaraciones calumniosas, y en general de cotillear, es universal. En 'Le Corbeau', film situado en una pequeña ciudad de provincias donde todo el mundo conoce a todo el mundo, nadie está a salvo de ser acusado injustamnte de cualquier tema escandaloso. Prácticamente toda la comunidad se ve atrapada en este torbellino de acusaciones y terribles sospechas. Es precioso cómo el director nos lanza el mensaje de que nadie es totalmente bueno o malo del todo, que culminó en un enorme escenario de una vieja escuela donde una bombilla es golpeada para que esta oscile hacia adelante y hacia  atrás, dejando que las sombras de dos seres atormentados vaguen a sus anchas.





En esta película de un escritor anónimo envía cartas a diferentes personas con acusaciones terribles. Curiosamente, las grandes letras y la disposición de frases cortas y pegadizas recuerdan a la primera plana de un periodico sensacionalista. Las letras que en realidad están escritas a mano provocan un gran escándalo en una época en que los periódicos aún eran para personas totalmente alfabetizadas.
 
Uno de los aspectos más destacados de la película es una procesión fúnebre en la que una de esas cartas cae del coche fúnebre tirado por caballos. Debido a su negrita es inmediatamente reconocible para todos, pero los dolientes no se atreven a recogerla y esperan hasta que un niño curioso se apodera de ella. Entonces rápidamente todos se reúnen alrededor de la misiva envenenada; una escena maravillosa.




Como Roger Boussinot escribió en "L'Encyclopédie du cinéma" (1980), "La burguesía, ya fuera la francesa o la alemana, era la misma en todas partes, y Hitler, cuya fortuna estaba en decadencia, tenía que tratar a su propia (burguesía) suavemente". En realidad, Clouzot fue el chivo expiatorio ideal, junto con muchos otros, como Sacha Guitry, Arletty (la estrella femenina de "Les enfants du paradis"), Ginette Leclerc (la estrella femenina de "Le Corbeau") y otros "colaboradores" (sic)." Pero su veneno y su misantropía no se habían secado, y más obras maestras iban a seguir a esta.



 
 
¿Por qué tanta acritud contra "Le Corbeau"? Debido a que representa la vida en provincias francesas de una manera que dista mucho de ser idilica. Las cartas anonimas son enviadas por un tal el "cuervo", arrastrando por el lodo a la ciudad entera. Esto parece una novela policíaca corriente: el primer film de Clouzot ("L'assassin habite au 21") era un thriller. Pero hay algo más de lo que se vé a simple vista y que ya estaba latente en su primera película: vemos sus verdaderos colores, Clouzot desprecia a toda la raza humana, como el asesino epistolar de "Le Corbeau", hecho que se incrementará con los años.


 
"Le Corbeau" fue estrenada en la época en que las películas que se hacían eran muy distintas, eran de "evasión", de "fantasía", como las de Marcel Carné, René Clair, o Jean Cocteau, pero H. G. Clouzot escogió un oscuro caso real como material para este, su segundo film como director.




 
Los franceses produjeron un cine de primera clase desde principios de los años 30 hasta la llegada de la Nouvelle Vague, mucho más realista y sincero que el que se produjo en cualquier otro país. "Le Corbeau" no es una excepción. El director Henri-Georges Clouzot extrae finura y perspicacia al convertir en película un material que parece una novela popular en una intriga malsana sobre los males que puede provocar una pluma venenosa en la Francia, bajo el régimen de Vichy, a principios de los años 40.


 

La primera cosa que destacaría es que en la película se hace referencia explita a la sexualidad, es más, hay escenas reales de deseo, pasión y sexo en el plano-contraplano del bigotito de Pierre Fresnay y los húmedos labios pintados de rojo pasión de Ginette Leclerc, aún con los protagonistas vestidos, -obviamente, es una película de 1943-.  Con ella como tigresa sometida, mordiendo carnalmente la mano de él, con deseo animal. Los estadounidenses tendrían que esperar a que Bogart y Bacall compartieran un cigarrillo para ver un poco de sensualidad en una pantalla en aquella época.  (No olvidemos que temas como la excitación sexual, el adulterio, el embarazo fuera del matrimonio, el aborto y el chantaje sexual de una chiquilla a un hombre adulto eran entonces temas tabú).





Dado que los nazis controlaban esencialmente las principales infrastucturas de Francia en ese momento, pensaron que una película sobre los males de la difusión de noticias verdaderas no era una mala idea. Pero la falta de entusiasmo de la audiencia francesa hacia lo que esencialmente era una derrota militar y una ocupación, impidió que nadie se emocionara por la tensión y el misterio de "Le Corbeau". Una pequeña ciudad vive días de tensión. Hay muchos secretos sobre la gente del pueblo que van a ser cantados a los cuatro vientos y les complicarán la vida a todos, hasta que el culpable reciba su merecido. Hay una serie de originales escenas clásicas que aguantan muy bién el paso del tiempo como la de la yá comentada de la bombilla, o la del ángel vengador del final, dónde al fín por amor se hace justicia, por amor materno, con esa madre ataviada como una diosa de una tragedia griega. (La búsqueda del escritor anónimo llega al punto de la histeria colectiva -¿qué otra cosa sabe el asesino invisible, y quién será la próxima víctima? Sola entre la gente del pueblo, la madre del suicida parece decidida a vengarse del 'Cuervo'...)




 
"Le Corbeau" es una obra sorprendente, una manera de hacer un tipo de cine vivo, que palpita; una maravillosa disección cinematográfica de un pueblo desgarrado por unas cartas escritas con una pluma mojada en veneno en lugar de tinta, de alguien que se apoda "El Cuervo". Las fuerzas vivas de la ciudad mantienen el status quo (A sabe una indiscreción de B, B sabe una indiscrección de A, por lo que A no puede destruir a B sin deshonrarse a sí mismo) pero esta coexistencia pacífica pronto resulta aniquilada cuando salgan a la luz los trapos súcios de todo el pueblo; y las sospechas, las verdades a medias y las calumnias pronto llevarán a la ciudadanía a volverse unos contra otros en su búsqueda de un chivo expiatorio. Inevitablemente a este desorden moral le seguirán un clima de linchamiento, la tragedia, el suicidio y el asesinato ...





Esta fue la película que le valió una reputación duradera Clouzot como colaborador del nazismo -desde el infame organismo cinematográfico alemán Continental, Clouzot fue atacado tanto por los nazis con la intención de desalentar a los franceses de informar (cuando fueron su principal fuente de información durante la ocupación), como por la resistencia por atacar la moral francesa. De los dos, es bastante obvio que los nazis estaban en el camino correcto. A pesar de que los alemanes brillan por su ausencia, se hace evidente que el informante anónimo del film socava la solidaridad y deja muy claro que la toma de la ciudad es presa fácil para los depredadores (está implícito en la película que 'El Cuervo' no es la única pluma venenosa de la ciudad y que toda una bandada de cuervos emergen detrás de él).




Hay un subtexto no necesariamente explícito en la película en sí, pero que sin embargo impregna su esencia misma. En "Le Corbeau", el Dr. Rémy Germain, un atildado burgués parisino,  se convierte en víctima cuando comienzan a circular cartas dónde se le acusa de tener una aventura con una mujer casada y de ser un abortista. Ambas acusaciones contienen verdades a medias, y la desafortunada tendencia de grupos de personas, generalmente motivadas por el miedo, de asumir lo peor hace el resto.



 
Las buenas relaciones se van al carajo, la desconfianza y la sospecha están por todas partes y finalmente conduce a sus habitantes al suicidio y al asesinato. Por otra parte, Germain es un forastero, un extraño que se niega a participar en chismes y evita las reuniones sociales, así que irónicamente se convierte en objetivo de acusaciones. Pronto se encontrará bajo sospecha y alienado. Dado que prácticamente todos los miembros de la comunidad tienen algún esqueleto en su armario, prefieren dirigir su ira contra los acusados antes que hacer frente a sus propias acusaciones, transmitidas por 'El Cuervo'. Y así, el drama se intensifica en una crisis de valores morales donde Clouzot ni siquiera preserva a la víctima de la culpa. Al asumir una posición de distanciamiento, Germain ha hecho la vista gorda y contribuye así a la ignorancia que proporciona el combustible para 'El Cuervo', y así la sospecha se extiende como una plaga.
  



 
Incluso los niños en "Le Corbeau" Henri-Georges Clouzot son elusivos y maliciosos (como la ladrona y chantajista Rolande). Sin duda, el reflejo de su educación en el sofocante pueblo francés de St. Robin, donde una serie de cartas escritas con una pluma venenosa -firmadas por un tal "El Cuervo"- han impulsado a la población a espiarse unos a otros, al susurro y a señalar con el dedo al vecino-. La mayoría de las cartas acusan a un médico parisino (Pierre Fresnay) de ocupar la cama de una mujer casada en auséncia de su marido, de abusar de la hospitalidad de su casero -un maestro manco- acostandose con su hermana y con su hija de 14 años, y de realizar operaciones ilegales -abortos-.





Las acusaciones no son del todo fantasiosas: -el misterioso forastero Dr. Rémy (Pierre Fresnay) practica un aborto al inicio del film -dice que ha matado al recién nacido para salvar a la madre y se límpia las manos manchadas de sangre en un pozo-, es deseado por tres mujeres: persigue a la joven esposa (Micheline Francey) de un médico sentencioso, mucho más viejo que su mujer (Pierre Larquey) y mantiene relaciones con la guarrona de la ciudad (Ginette Leclerc), una seductora ardiente, coja e hipocondríaca para desesperación de su sobrina de 14 años (Liliane Maigné). Pero las epístolas siguen llegando y vomitan malicia suficiente para todos, en alusión a sucios secretos que tocan a casi todo el mundo en este Peyton Place galo.



 
También hay otro elemento en el film que yo no lo llamaría expresionismo en estado puro, pero que proyecta un mundo de sombras, espíritus, fantasmas y sueños rotos. Las ilusiones de la comunidad son tan pocas que se han visto sustituidas en su totalidad por un manto de oscuridad. Las vidas de los personajes quedan representados por espejos rotos, lámparas oscilantes y puertas batientes, sin embargo, no es un simbolismo puro.





El suspense no lo produce la identidad del 'Cuervo', sinó del daño que este produce en una pequeña villa de la Francia ocupada, -salta a la vista que lo del 'Cuervo' está jugado con una segunda intención que debió de haber sido innovadora en su momento-. El protagonista es sorprendentemente desagradable y en el film se habla con una franqueza ausente en el cine de EE.UU. y en las películas británicas de la época -el aborto y la drogadicción se discuten con tanta naturalidad como el adulterio y la malversación de fondos-. Hay en el film una moral católica algo torpe respecto al aborto, pero aún así resulta refrescante y oscura. Los personajes, los escenarios y los secretos culpables están descritos con notable economía de trazos y la película ha sido elaborada cuidadosamente, el director hace gala de su gran uso de la ubicación; contando con algunas escenas visualmente impresionantes.



 
El director Henri-Georges Clouzot  hace un trabajo maravilloso con la visualización de la paranoia colectiva y el odio irracional de la gente del pueblo: una de las mejores escenas es la de la enfermera corriendo cuando piensa que está siendo perseguida por una multitud para lincharla. O la del funeral: cuando una de las cartas provoca el suicidio de un joven que se estaba muriendo de cáncer de hígado -¡en la cama nº 13 de un hospital de caridad!- y otra carta sale de una corona de flores de su ataúd durante su cortejo fúnebre, la procesión de gente camina alrededor de una carta dejada por 'El Cuervo' antes de que un niño la recoja; o la enorme concentración humana en una iglesia, durante la misa de réquiem, silenciada de pronto por una carta más que revolotea hacia abajo, desde la galería; son momentos particularmente sorprendentes; no se puede explicar mejor la hipocresía social.

También cuenta con un ingenio mordaz, con un soterrado humor negro y una interesante discusión acerca de la naturaleza interdependiente del bien y del mal: una bombilla desnuda cuelga del techo y se balancea como un péndulo, mientras dos personajes conversan sobre los péndulos morales del bien y el mal, hasta que el Dr. Rémy Germain se quema con la bombilla; nadie está exento del mal a los ojos de Diós -una tésis muy de Hitchcock-.




Visto simplemente como un thriller es demasiado perturbador, pero es mucho más que eso. Se trata de un estudio de personajes profundo y un aullido de rabia ante la mezquindad y estrechez de miras en las comunidades provincianas, dónde unos cuantos pequeño-burgueses se erigen en fuerzas vivas fomentando la ocupación de un territorio para su propio beneficio. Teniendo en cuenta que se hizo durante la ocupación alemana, también puede ser vista como una mordaz crítica de los métodos de la Gestapo; todo el escarnio que un director podía hacer sin poner en riesgo su vida Clouzot lo hace. Después de todo, ¿quién de nosotros puede decir honestamente lo que haría en una situación similar? Si bien no hay excusa para la colaboración, ¿puede un artista ser criticado por permanecer en su país y hacer una protesta de la única forma que puede? Creo que eso es lo que hizo aquí Clouzot, y el resultado es esta obra maestra. Una auténtica obra maestra que no descuída el entretenimiento en ningún momento. La edición del DVD español cuenta con una calidad de impresión excepcional -nítida y clara-.



 

Clouzot ha sido llamado el Hitchcock francés, pero cuando el film "Le Corbeau" llegó a las pantallas en 1943 -producido por una productora alemana durante la ocupación nazi de Francia- no fue acogido tan calurosamente como los filmes del travieso, orondo, pero inofensivo querubín del otro lado del Atlántico. Su poco favorecedor y mordaz retrato de la ciudadanía y de burguesía francesas fue rechazado, siendo tachado de traidor. Sin duda, en "Le Corbeau", como la mayoría de los trabajos de Clouzot ('Les Diaboliques', 'El salario del miedo') parece tomar al misántropo Timon de Atenas de Shakespeare como inspiración para su visión de la humanidad; no es es ciertamente ningun folleto turístico de las provincias francesas.





Ahora está justamente considerado como un clásico. Muestra una ciudad llena de gente violenta, sospechosa y enojada. Los franceses pensaron que era una bofetada en la cara para ellos -mostrados como personas ignorantes que permiten ser aniquilados por unas sospechas-. Esto parece bastante ingenuo en la actualidad, además de deprimente y perturbador; se destila en ella un alto grado de sensualidad y vulgaridad. Pero en general, hay una sensación de inmediatez que no ha sido capturada por muchas películas de esta época. Es un film descarado y audaz con un toque de sinceridad y de salvaje realismo. Todo esto se suma a la historia de una manera muy contundente que conduce al desenlace más sorprendente, curioso y tortuoso que recuerdo. Esta es una historia moralmente compleja. La película afirma enfáticamente, una y otra vez, que todo el mundo tiene pecados, defectos, e incluso delitos en su conciencia.  Clouzot es mordazmente satírico y visceralmente intenso pero creo que al mismo tiempo trata a todos sus personajes con una delicadeza, comprensión  y compasión que resulta muy emocionante.

Esta obra maestra es demasiado oscura y subversiva para ser considerada un thriller (por ejemplo: el momento en el que una niña desesperadamente afirma su deseo de morir después de descubrir -a través de una carta venenosa- que es una hija ilegítima es de un realismo tan atroz que mata cualquier suspense, y el descubrimiento por parte del espectador del loco que escribe chismes no es demasiado satisfactorio; -al menos para el que suscribe-); es un estudio de lo muy noir que puede llegar a ser la naturaleza humana.



 

Puede confundir un poco la introducción rápida de todos los personajes, pero el suspense se mantiene y el ritmo está controlado con precisión. Los últimos 15 minutos son como gemas y los últimos 30 segundos son una maravillosa rápida sucesión de imágenes de gran alcance.
 
'Le Corbeau' es una película atemporal que recomiendo encarecidamente, con actuaciones fabulosas por parte de todo el elenco, una fabulosa fotografía en blanco y negro de Nicolas Hayer y una banda sonora de Tony Aubin que complementa perfectamente la visión de Clouzot.



 
 
Cuando Otto Preminger realizó un remake de esta película en 1951, con el título de 'The Letter 13' (situando la acción en la provincia de Québec), quitó el material más desagradable del film original: -las consecuéncias de la rutina en un pueblo, un triste adulterio latente nunca consumado, un aborto- aplicando unos tintes más rosados a los personajes. Clouzot era tan imbatible que no se dejaba influenciar por ninguna de esas tonterías sentimentales, y lejos de arrepentirse siguió escarbando en su visión malévola del mundo hasta su amargo final.
  
  

 
trailer: Le Corbeau  http://youtu.be/IJFNPRr7-HQ

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MANON (1949)  100 min.
 
Director: Henri-Georges Clouzot.
Guión: Henri-Georges Clouzot y Jean Ferry sobre la novela "L'Histoire du Chevalier des Grieux et de Manon Lescaut" de Abbé Prévost.
Fotografía: Armand Thirard (B/N).
Musica: Paul Misraki.
Productor: Paul-Edmond Decharme para Alcina Films.





Con: Serge Reggiani (Leon Lescaut); Michel Auclair (Robert Dégrieux); Cécile Aubry (Manon Lescaut); Andrex (el traficante); Raymond Souplex (Mr. Paul); Henri Vilbert (Capitán de navío); Hélèna Manson (una partisana normanda); Dora Doll (Juliette); Gabrielle Dorziat (Mme. Agnès).




 
Sinopsis: Tras la Segunda Guerra Mundial, en una ciudad de Normandía, la joven Manon es acusada públicamente de haber colaborado con los nazis durante la ocupación. Robert, un activista de la Resistencia la libera y escapan juntos a París, pero su relación se vuelve tormentosa cuando Robert y Manon caen víctimas de las maquinaciones de Leon, el propio hermano de la joven, con quien se enfangan en negocios oscuros: estraperlo, prostitución y asesinato.



 

"Me veo obligado a pintar a un joven ciego que rehusa ser feliz y se precipita voluntariamente en las mayores desdichas, para asegurar que en la conducta del caballero Des Grieux verá el mundo un espantoso ejemplo de la fuerza de las pasiones; que, con todas sus innatas y meritorias cualidades, prefiere por gusto una vida opaca y bohemia a todas las ventajas de la fortuna y la naturaleza; que presiente sus desdichas sin desear evitarlas; que las percibe, las siente y le abruman sin intentar siquiera aprovechar los remedios que se le ofrecen y que pueden acabar con todas ellas en cualquier momento; un carácter indefinido e incierto, en fín, amalgama de virtudes y de vicios, un eterno contraste de buenos sentimientos y de malas acciones. Por la libertad se hace cualquier cosa en esta vida". Abate Prèvost: 'Manon Lescaut'.

Sorprendentemente fiel actualización -finales de los años 40- francesa del cuento moral del Abate Prevost, conocido mudialmente por las versiones en forma de ópera de Puccini i Massenet./ Una rareza del director francés más atípico de su época./ ¿La venganza de Clouzot? /Una película que tiene una esencia malsana para las personas que sufrieron una guerra y una posguerra, una esencia que las futuras generaciones desconocen por completo, y que algunos no quieren (o no pueden) recordar. / Gran virtuosismo técnico de Clouzot, una fotografía bellísima, e impregnación general de un humor muy oscuro. Cosa extraña de ver en 1949.

 "No hay nada sucio cuando nos amamos" (Manon).



No me cansaré nunca de preguntarlo: ¿necesitaba el cine francés una Nouvelle Vague cuando tenían a un genio como Clouzot?  "Manon" es una obra maestra imprescindible.



 

La trama de esta película es muy densa  pero su construcción es muy sutil: La película comienza con el embarque ilegal de un numeroso grupo de judíos, de pronto, en el momento menos esperado los amantes aparecen por primera véz; poco después le cuentan al capitán su triste historia.
 
 
 
 
"Manon", en opinión de este humilde escribiente, muy bien podría ser la obra maestra absoluta de  Clouzot, superando incluso a "Les Diaboliques", "Le salaire de la peur", "Quai des Orfèvres", o "Le Corbeau"; que ya es decir.
 
 
 
 
Es una adaptación de "Manon Lescaut" de l'Abbé Prévost, una novela del siglo XVIII, pero cuando el cerebral H. G. Clouzot tomaba una novela como base, la llevaba a su propio terreno. También reescribió por completo la trama de "Las Diabolicas".



 
La proverbial misantropia de Clouzot no había estado nunca tan omnipresente como en este gran trabajo. Él, que se había convertido en un pária después de la liberación, en 1945, por su presunto "colaboracionismo" -"Le Corbeau" fue producida por una empresa alemana y fue víctima de una venganza por parte de sus propios compatriotas; además, una actriz que intervino en "Le Corbeau", Ginette Leclerc, tuvo un montón de problemas por haber especulado demasiado en el mercado negro, durante la guerra; y nadie de aquel film se salvó de la gran masacre que significaron las acusaciones de "colaboracionismo" infringidas al director-. Serge Regianni personifica la escoria, el cruel especulador en el mercado negro de posguerra sin ningún tipo de escrúpulo moral. Pero el mal no solamente está dentro de él, está en todas partes: el mundo de Clouzot es noir, noir, noir y no deja absolutamente ninguna esperanza en el espectador.




 
A pesar de eso la manera como filma a los amantes es impresionante: en el barco, Manon bajo la lluvia, tratando de pasar sus últimas horas junto a Robert;  Manon en el confesionario, en una iglesia en ruínas, diciendole a Robert que ella no hizo daño a nadie y que si los americanos hubieran llegado primero no se hubiera divertido con los alemanes; o esa primera noche de amor dónde los amantes se convierten en dos sombras más en la oscuridad. Robert encontrando a su amada en un burdel, Manon desesperadamente busca a su amante en un tren abarrotado de refugiados en fuga. Y sobretodo, las extraordinaries escenas finales de un romanticismo que supera incluso la pasión desenfrenada del final de "Duelo al sol" de King Vidor. En realidad, el gran final que rodó Clouzot no dista mucho del de "Avaricia" de Von Stroheim; dónde la épica, el realismo trágico y la locura se amalgaman perfectamente.




MANON pudo estar influída por la terrible injusticia que el misantropo Clouzot sufrió en la Francia de posguerra, cuando fue acusado de hacer un cine de propaganda "colaboracionista" tras el estreno de LE CORBEAU, y posteriormente se le castigó impidiéndole trabajar en la indústria del cine francés durante cinco años. ("Le Corbeau" és de de hecho la unica película, que yo sepa, rodada durante la era Pétain dónde se presenta una amenaza subversiva hacia dicho régimen colaboracionista, que, no lo olvidemos, tal acusación fué reconocida oficialmente por los EUA, la Unión Soviética, y El Vaticano).




 
Es como si Clouzot hubiera querido mostrar tanto las profundidades en las cuales es capaz de hundirse el ser humano a la hora de perseguir su propio bienestar personal, (en colaboración con los enemigos de su pátria), como la mayor atrocidad de una guerra: la crisis moral y sus consecuéncias; una grave crisis moral que, paradójicamente, nunca parece eclipsar la trivial y santurrona preocupación de la sociedad por la sexualidad humana. És una película sobre la supervivència en una sociedad que se ha vuelto brutalmente insensible por causa de una guerra y de una posguerra más dúra aún, dónde las mafias, los matones y las prostitutas recurren a cualquier médio o método para sobrevivir, yá que sin piedad es la mejor manera de combatir la hipocresia de la ideologia dominante y actuar en consecuéncia. Totalmente apoliticos, irresponsables y sin ninguna simpatía por la espécie humana, -sólo hacia sí mismos-, los personajes de este film forman una clase marginal oscura y grotesca que han tomado "las reglas del juego" cambiandolas hasta llevarlas a su particular lógica, en un mundo horrible y sin corazón.



 
Manon, el personaje central, primero fué puta de militares alemanes y después se volvió una prostituta por vocación y vicio. Deshumanizada per la experiéncia de la guerra y la venjanza cruel que le espera por su delito de colaboración con el enemigo por haber tenido relaciones sexuales con los soldados alemanes, -aquellos que su propio gobierno describió como "invitados"-, (y que ahora están re-escritos en la historia del país vecino como "ocupantes"), una chiquilla que vé el sexo como un medio para un fín, su carita de ángel y su cuerpecito adolescente son las únicas armas de las que dispone para librar su própia guerra personal de supervivéncia en un mundo cruel y cínico. Cécile Aubry no es una femme-fatale convincente. Verdaderamente solo un hombre experimentado sabe que conseguir mantener a una jovencita como Manon es un desafío continuo. Ningún hombre de verdad se dejaría enredar por una niñata llorica que no tiene pinta ni de ser divertida en la cama. Ella es pasto de adinerados viejos viciosos y estraperlistas que vén en ella a la niña que quisieran haber desvirgado.




 
Pero, a pesar de su caracter general y de que ella desde hace mucho tiempo se convenció de que en ella se había extinguido conscientemente cualquier tipo de naturaleza compasiva, humanidad o empatía, -que alguna véz pudo haber tenido-, es capaz de vengarse del amor de manera irónica y cruel cuando al fín encuentra a alguien que realmente la ama. Ellos permanecerán juntos durante las numerosas infidelidades de la muchacha, paradojicamente la prostitución desvergonzada a la que ella se entrega sirve a los dos jóvenes para fortalecer aún más su amor, nunca Manon deja de amar a Robert con locura -y Robert amará a Manon hasta más allá de su muerte; como veremos-. 




 
 
Como en "LULÚ, LA CAJA DE PANDORA", la primera y unica vez que ella hace una genuína demostración de un acto gratuíto de bondad humana su destino queda sellado, y esta "debilidad" se convertirá en el medio que propiciará su caída, o fín. Como una puta sin corazón puede sobrevivir pero como una mujer enamorada es muy vulnerable y está condenada al fracaso. (Cuando ella y su amante huyen como inmigrantes ilegales para tratar de encontrar una felicidad biblica en Palestina, ella recibe una bala, -de las muchas que reparten los salvajes bandidos árabes a los refugiados judíos-, en el desierto y muere en los brazos de su amado, es una de las escenas más poderosas y memorables del cine; junto a aquella dónde Michel Auclair entierra el cadaver de Manon en la arena, sin atreverse a cubrir su cara de ángel; haciendo una reveladora y terrible declaración necrófila a esta espécie de puta-santa en la que se ha convertido Manon para Robert). ¡Amén! *



Otra característica permanente em la obra de Clouzot es la descripción detallada de ambientes sórdidos: el internado de mala muerte de "Les Diaboliques", los apartamentos de mala muerte de "Quai des Orfèvres", el manicomio ruínoso de "Les Espions", y aquí el barco en el que embarcan los judíos hacia Palestina, -o el desierto con el esqueleto de un camello al que pronto harán compañía los hebreos-.




 
 
Originalmente prohibida en el Reino Unido, fué finalmente estrenada allí con cortes (¡10 cortes solamente en el tráiler!) tras ser aprobada por el Consejo Londinense. Por tanto, se convirtió en una película olvidada, perdida y muy desprestigiada por la crítica más sesuda. A pesar de eso ganó el film el León de Oro del Festival de Cine de Venecia. Un gesto que, sospecho, fué un reflejo del desprecio del jurado por la injusticia que durante la posguerra le infringieron a Clouzot por "Le Corbeau".
 
El tiempo pone a todo el mundo en su lugar. Clouzot fué uno de los mejores directores de la historia del cine, y todas sus cintas merecen muchísimos visionados pada poder dar paso a mil interpretaciones, y sentir mil sensaciones físicas; por supuesto "Manon" es una de sus obras maestras de su mejor etapa.


 
 

Me gusta imaginarme a Clouzot adaptando y rodando este gran clásico con mucha cautela. -La exaustiva traslación de una novela moral de 1734, sobre ideales aristocráticos en conflicto con una sórdida historia picaresca no es, a priori, el mejor material para un director que fué pionero del cine noir en Francia-. Su fuerte trama nos narra un amor clandentino al límite, con personajes muy al margen de la ley, con la impúdica mirada de un voyeur (como lo era la relación de admiración-desprecio-compasión que sentía Montand por Vanel en "El Salario del Miedo").  No quiero ni imaginarme el enorme trabajo -de actualización más que de adaptación- que se tomó el director para subvertir la historia que cuenta. Su estructura es ingeniosa y eficaz, encaja perfectamente en la historia el clima moralmente ambigüo de la posguerra, consecuéncia de la Segunda Guerra Mundial, en Francia. ¿Quién sinó Clouzot tendría la desfachatez de fusionar el exilio de Manon y Robert con el de un numeroso grupo de refugiados judíos que tratan de pasar de contrabando a Israel?




 

EL REPARTO:
Cécile Aubry no impresiona con su debut, la inmensa mayoría del tiempo no es más que una modelo de fotografia, limitandose a suspirar y a hacer pucheros. Cécile Aubry interpreta a Manon, siete años antes de que Carroll Baker interpretase a "Baby Doll", ella és bastante más una femme-enfant que una femme-fatale. No es mala pero vive en un mundo hostil y no quiere vivir sacrificada como su madre, cree que el lujo borrará su miséria existencial, es lo suficientemente sensible como para sentir remordimientos, dolor y para amar con ternura, incluso después de traicionar a Robert. Su sexualidad desinhibida y la auséncia de hipocresia de este personaje, así como su larga y ondulada melena rubia, me hacen pensar que el personaje de Cécile Aubry en "Manon" es un antecedente del que catapultó a la fama a Brigitte Bardot siete años más tarde. Por ello no es casual que la B. B. acabara protagonizando un film de Clouzot: "La Verité", dónde parecía recuperar el papel de la ingenua joven casquivana con el que debutó Cécile Aubry.





El problema de Manon es el mundo exterior: por esa razón la clave de la película es el símbolismo del oasis dónde Manon tiene un receso de felicidad, el único en todo el film: "¿porqué no podemos quedarnos aquí para siempre?"; Clouzot filma sus reflejos en el agua. Manon y Robert están buscando la tierra prometida en el desierto junto con los judíos errantes. "El paraíso está demasiado lejos"; dice Robert al ver los restos de un camello que ha sido devorado por buítres y chacales.




 
El protagonista masculino, Michel Auclair, está absolutamente extraordinario: los últimos diez minutos son suyos y ¡son tan conmovedoras estas secuéncias en el desierto! dónde Robert lleva el cuerpo de Manon sobre sus espaldas, como el Lot bíblico el de su mujer, sin ayuda de nadie, dirigiéndose a una muerte segura, que como espectador te incomoda su caminata bajo un sol abrasador y su encuentro con esos cactus que se convierten en fantasmas del pasado. Y Robert enterrando a Manon y gritando lastimeramente: "¡Ahora por fín eres sólo para mí!", deja al espectador sin palabras. Michel Auclair está muy ajustado en su papel de burgués, sabiendo transmitir con gran naturalidad el loco deseo, la rabia asesina y la exasperación que, a partes iguales, le inspiran los nada inocentes caprichos de Manon.





 
El resto del elenco cuenta con algunos de los mejores actores de la época:  Helena Manson, -la enfermera de "Le Corbeau"-, como una mujer de la resistencia que quiere castigar a la puta que duerme con el enemigo; Gabrielle Dorziat está fantástica como la puntillosa madame del burdel dónde acude Manon; pero Serge Reggiani, como el amoral y cruel chulo hermano de Manon, roba toda las escenas a sus compañeros de reparto. Por ello no es de extrañar que, aunque su personaje es secundario en la trama, su nombre figure el primero en los créditos. (La escena de su muerte es de antología).


* http://youtu.be/xVI9FMFT4sw





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