Animal Farm (Rebelión en la granja) magistral película de animación dirigida por Joy Batchelor y John Halas en 1954, basada en el libro honónimo de George Orwell.
(Chiste antiquísimo -por desgracia- atemporal; lo cuentas después de veinte o cuarenta años y sigue vigente).
Un adolescente le preguntó un día a su padre:
-Papá, ¿Que es la política ésa de la que tanto habláis?
Su padre titubeó, la preguntita sorpresa le había dejado realmente atónito:
-A ver como te lo cuento yo ahora..., -dijo el hombre tras un largo silencio-; YO, que traigo el dinero a casa, soy el CAPITALISTA; TU MADRE, que se encarga de administrarlo, es el GOBIERNO; LA CHICA DE SERVICIO es LA CLASE OBRERA; TÚ eres EL PUEBLO; y TU HERMANITO QUE ESTÁ EN SU CUNITA, porque tiene dos añitos tan solo, es EL FUTURO...; ¿lo entiendes?
-No entiendo ni una palabra. -Dijo el chico encogiéndose de hombros-.
-Pues ya lo entenderás cuando séas mayor. -Sentenció su padre-.
Memoria de los espejos de los pasillos de Bruselas Erinnerung an die Spiegelsäle von Brüssel de Otto Dix
Aquella misma madrugada, el muchachito fué violentamente despertado por su hermanito que berreaba desde su cuna, -resulta que se había cagado y estaba de mierda hasta el cuello-; El jovencito se dirigió ráudo a la habitación de sus padres dónde la madre dormía profundamente al tiempo que emitía unos estruendosos e incómodos ronquidos, semejantes a los de un oso con sinusitis -tras haber ingerido dos píldoras para dormir- mientras la figura paterna brillaba por su ausencia en aquel lecho matrimonial.
Mientras el chico regresaba a su cuarto desconcertado, a través del pasillo pudo oír claramente dos voces que le resultaron inmediatamente familiares. Eran los inconfundibles gemidos de goce que hacen las parejas al alcanzar el orgasmo simultáneo. Distorsionadas y lujuriosas voces, sometidas a una deformación acústica que les hacía tomar proporciones más propias de los animales salvajes encelados que a las de dos personas durante el intercambio carnal. Retumbaban por toda la casa los golpes derivados de las patas de un gastado catre rebotando una y otra vez contra el suelo, ruidos perfectamente acoplados con los que salían del viejo colchón al crujir y chirriar y de las amorfas y sudadas figuras que, pegadas una con otra, brincaban y se retorcían de placer encima de él. Era la vieja canción del potro montando a la yégüa, carne desnuda cabalgando sobre carne desnuda. Carne desnuda, contenta y saciada tras haber alcanzado los portales del éxtasis.
Al entonar la puerta de la habitación que ocupaba la joven chica de servicio, el jovencito pudo ver con sus propios ojos aquello que por unos desagradables gritos y gemidos ya había intuído unos instantes ántes: Su padre se acostaba con la sirvienta todas las noches mientras su madre dormía como una marmota.
El chico muy decepcionado, tras darse de bruces con la más cruda realidad, fué a acostarse. No pegó ojo en toda la 'ruidosa' noche. Se hizo mayor de golpe aquella noche.
Eclipse of the Sun de George Grosz
A la mañana siguiente, el muchacho habló con su padre de hombre a hombre:
- ¡Papá, -dijo-, ya conozco el significado de éso que llamáis política!
-A ver, hijo, -dijo su padre con actitud desafiante-: ¿que conclusiones has sacado de lo que te expliqué ayer?
-Verás,- explicó el chico con una tranquilidad que incomodaba-: Mientras el capitalista jode a la clase obrera, el gobierno duerme a pierna suelta, al pueblo nadie le hace caso... ¡y el futuro sigue lleno de mierda!
(Anónimo).
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