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domingo, 26 de febrero de 2012

Film de DE SICA rechazado por liviano


'L'Oro di Napoli' 
('El oro de Nápoles', 1954)

Director: Vittorio De Sica
Guión: Cesare Zavattini, Vittorio De Sica y Giuseppe Marotta; sobre la novela de Giuseppe Marotta




Productores: Dino De Laurentiis, Marcello Girosi y Carlo Ponti para Ponti-De Laurentiis
Fotografía: Carlo Montuori (B/N.)
Música de: Alessandro Cicognini

 País: Italia. 138 min.


Con: Silvana Mangano: Teresa (segmento "Teresa"); Sophia Loren: Sofia (segmento "Pizze a credito"); Eduardo De Filippo: Don Ersilio Miccio (segmento "Il professore"); Paolo Stoppa: Don Peppino, el viudo (segmento "Pizze a credito"); Erno Crisa: Don Nicola (segmento "Teresa"); Totó: Don Saverio Petrillo (segmento "Il guappo"); Lianella Carell: Carolina, su mujer (segmento "Il guappo"); Giacomo Furia: Rosario, marido de Sofia (segmento "Pizze a credito"); Alberto Farnese: Alfredo, el amante de Sofia (segmento "Pizze a credito"); Vittorio De Sica: Conde Prospero B. (segmento "I giocatori"); Pierino Bilancioni: Gennarino (segmento "I giocatori"); Mario Passante: Giovanni - el mayordomo (segmento "I giocatori"); Irene Montaldo: Condesa B. (segment "I giocatori"); Pasquale Cennamo: Don Carmine Savarone (segmento "Il guappo"); Ubaldo Maestri: Don Ubaldo (segmento "Teresa"); Teresa De Vita: La madre (segmento "Funeralino").

Una familia subyugada en IL GUAPPO


Paripé * en un entierro en EL FUNERALITO



Adulterio -y egoísmo, al preocuparse de un asunto personal cuando ha ocurrido una pérdida irreparable- en PIZZAS A CRÉDITO


Lucha de clases. Los pobres no tienen derecho a tener suerte -según los ricos-; e infancia robada en LOS JUGADORES


Una esposa sin marido en TERESA


Un abogado de los pobres en EL PROFESOR



El sabor único de Nápoles - Una obra maestra olvidada durante muchos lústros.

De Sica como director se encuentra aquí en plenitud de forma y de médios. "El oro de Nápoles" es una película de producción alta y calidad de imagen excepcional; sabia es la suavidad de su flujo visual -que acaricia a todos los personajes tanto en los momentos agudos como en los graves- guardando una unidad absoluta en la atmósfera y en el tono. Todo parece, incluso, demasiado perfecto, ya que existe el riesgo de que la excelencia virtuosa no deje espacio -a veces- para mostrar el desfile de la vida cotidiana.

Aunque peca de demasiado teatral  y caligráfica, De Sica demuestra -una véz más- que és un gran maestro; apoyándose en el irrepetible reparto y en una ambientación muy cuidada.

El astuto guión de Zavattini se estructura en seis episodios independientes rodados con una gran riqueza visual y una luz cegadora en unos barrios populares dónde se percibe que allí hay vida. Se respeta la novela de Marotta, pero a la manera de De Sica y Zavattini; es un carrusel napolitano pero mucho más auténtico y sincero, sin ingredientes cosmopolitas y sin digresiones grandiloqüentes. Es una galería de tipos humanos a los que se captura su alma verdadera, proyectada en una sucesión caleidoscópica de parcelas cómicas, tragicómicas o dramáticas; que manejan la vida familiar -tanto de la clase obrera como de los burgueses- en localizaciones como San Gennaro y Arenella.


'L'Oro di Napoli' ('El oro de Nápoles'), constituye un verdadero tesoro en la historia del cine que siempre va a tener un rincón el fondo de mi corazón. "El oro de Nápoles" es una película de episodios antológica. -La preferéncia hacia algúnos episodios y el descarte de otros es a gusto del espectador porque el rítmo en todos ellos es ejemplar-.

"L'oro di Napoli" es el tipo de película que conmueve a todo el que la vé. Las emociones humanas, el bien y el mal indivisibles de los humanos, los escenarios grandes de Nápoles y su bahía, el hermoso "Castello Dell'Ovo" y la "Fontana Dell'Immacolatella" -que no se mencionan por su nombre en la película-, buena música, los actores son todos excelentes y sobre todo el director es el genial Vittorio De Sica. Este es el tipo de película se puede ver una y otra vez sin aburrirte.


Sinopsis:

Totó está absolutamente fantástico en su papel de titiritero explotado por un capo mafioso en el primer segmento: "Il guappo".



Guappo: es un mote típico del universo popular napolitano que representa la imagen del hombre de honor y del caballero romántico, dispuesto a resolver los conflictos entre la gente y convencer a los hombres jóvenes que han golpeado a una chica para sentar la cabeza y casarse con ella. La figura del guappo se opone a la del camorrista, miembro de una banda organizada que se dedica a la constante explotación de la prostitución, la gestión de los juegos de azar y el tráfico criminal. El título de este corto, pues, es muy irónico.

Insertado en una película de una artesanía extraordinaria, penetra más profundamente de lo que se podría esperar -gracias a  De Sica y a Zavattini, más que a Marotta-, en el alma de Nápoles; este episodio "Il guappo" es una joya de inestimable valor tanto por la interpretación absolutamente magistral de Totó como por la impecable dirección de V. De Sica. El actor-director tiene la oportunidad de poner de relieve las características más profundas y infinitamente trágicas que se esconden tras la máscara cómica de ése gran payaso. Milagrosamente se concentró toda la fuerza de un actor absolutamente insuperable en una gradual tragedia extrema, con momentos de gran tensión, hasta convertirla en comedia (como el momento tan hermoso como melancólico y triste del bufonesco desfile militar, con un paquete de spaguetti utilizado como el bastón de una majorette; en la que Totó -ridículamente vestido de militar pazzariello- entona una tarantella); este es un ejemplo de los rasgos inseparables de la melancolía y la tristeza en la vida cotidiana.


La actuación de Totó se puede dividir en dos etapas, -en las que ejerce un absoluto dominio de sí mismo, de la expresión facial y el habla-. El primer tiempo lo denominaré  como "implosión", y en él  se expresa no sólo la amargura de Saverio Petrillo, -suprimida durante diez años-, sino también su deseo de llevar a cabo una violenta rebelión; cosa que no hace por miedo a una represalia. Hace diez años, un matón (guappo) se ha instalado en su casa como si fuera el amo, -la frustración diaria ha convertido al titiritero en un cobarde ante su esposa y sus hijos; también sometidos por seguir el ejemplo del pater familias-.

El segundo tiempo es bastante "explosivo" y se determina a partir de esta circunstancia, tras diez años llegó el momento de vengarse, finalmente. Los dos recitativos registros de Totó se adaptan perfectamente tanto a las situaciones como a los los dos estados de ánimo. Ambos jugaron con los silencios, con movimientos lentos en el primer tiempo, y completamente exteriorizados en el segundo; (llevados hasta el paroxismo en la danza en la sala y la terraza, en la destrucción de la habitación del 'guappo'  y el posterior vuelo de los cuellos de camisa del matón en la calle). Como si se hubiera reactivado un volcán inactivo como el del principio y final del film, el silencio, prudente y tranquilo de Don Saverio Petrillo, -que calmaba su ira todos los días gracias al trabajo de pazzariello-, ahora se convierte en un verdadero pazzariello, deseoso de llevar a cabo la liberación del barrio de la misma manera que tiene que hacer para ganarse el pan.

De Sica no se deja llevar por la emoción de tener ocasión de dirigir a Totó. La firmeza con la que controla y dirige este primer segmento tragicómico es otra cualidad añadida al film. El verdadero oro es ser capaz de guiar y controlar las expresiones de madurez de los cómicos Totó y Eduardo De Filippo.

Totó el cómico totémico



Pero los episodios más sorprendentes (para el que suscribe) son los dos más arrebatadoramente dramáticos e inusitadamente crueles, como el titulado "El funeralito", corto mudo sobre el funeral de un niño, dónde el dolor por la pérdida de un hijo, -el verdadero dolor-, así como la atención a los buenos modales y al paripé coexisten; todo un prodigio de interpretación natural por parte de la actriz Teresa De Vita. Y el titulado "Teresa" -del que yá hablaré a su debido tiempo-.




Paolo Stoppa resulta estremecedor en su papel de un viudo reciente que amenaza con quitarse la vida en el episodio: "Pizzas a crédito"; -este es el corto por el que una preciosa Sofía Loren, con 19 años, mereció su apodo de 'la pizzaiola'-.

http://youtu.be/U0jgzySLkYU





En la tercera historia  "Los jugadores", el director Vittorio De Sica, -interpretandose a sí mismo-, encarna a un ráncio conde ludópata que resulta desplumado por un niño, el hijo del portero de su palacete.

http://youtu.be/bWGl1aJc898








En "Teresa" Silvana Mangano interpreta a una prostituta que se casa con un hombre rico al que nunca ha conocido y que esconde mucha suciedad bajo la alfombra. Esta penúltima pieza es la más melancólica y emotiva, en un tono muy alejado del humor sanote de la mayoría de los segmentos.

En este episodio: el burgués homosexual Don Nicola -quien con su indiferencia ha provocado el suicidio de un joven enamorada de él- se propone expiar sus pecados escogiendo una novia al azar; esta resultará ser Teresa, una prostituta. Tras una farsa en forma de fastuosa boda, Nicola no quiere hacer úso del matrimonio con su esposa.
Teresa, humillada, primero trata de huír para volver a su antigua vida, pero poco después accede a humillarse,  aceptando su nueva posición social.

Silvana Mangano fue una actriz con mayúsculas. Un portento de belleza serena, simpatía e intensidad dramática nunca más igualado.


http://youtu.be/QEJtWbsjZRI

Mi episodio favorito: TERESA



En el último segmento volvemos la alegre bufonada napolitana, de humor efectivo -y algo moralizante- del primer, tercer y cuarto episodio: en "El profesor" el violinista Don Ersilio Miccio (Eduardo de Filippo) vende su sabiduría a los pobres de su barrio. Cobra por dar consejos para la solucionar asuntos en los que están involucrados novios celosos, feligreses y militares. Pero el barrio tiene un problema común: encontrar la forma de "castigar" a un noble altivo: Duque Alfonso María di Santa Agata dei Fornari, -quién cada véz que pasa por un estrecho callejón popular con su Rolls-Royce, los humildes vecinos tienen que quitar corriendo las mesas y los bancos, dispuestos en una carretera de adoquines-. Una pedorreta lo resolverá todo y una bella Canzoni Napoletana ('A' Marechiaro') sonará al final de la película.

http://youtu.be/fGqjwQpJdq0


No es fácil encontrar una película como ésta, que te hace reír y pensar al mismo tiempo. Es como un viaje, no a Italia, sinó a las almas y mentes de la gente de Nápoles, el verdadero "oro" de esta ciudad.




Francamente, no creo que en color este film fuera igual de eficaz. La fotografía en blanco y negro es una maravilla; -sobre todo esa luz que se filtra en los callejones oscuros-. Y la captura de los rostros en los primeros planos es un prodigio; algo inigualable en color. No obstante, no se debe esperar una protesta social precisa ni del libro ni de la película.





* Hacer el paripé: (Expresión gitana): Presunción ante un entorno. Fingimiento de importancia, de sabiduría, o bien representación de autoridad; con el fin de guardar las apariéncias o de conseguir aquello que se desea. Este comportamiento tan hipócrita está admitido en cualquier sociedad civilizada.


Un diálogo para el recuerdo


Conde Próspero B.: (A su mayordomo): "¡Préstame mil liras, ... quinientas...! ¡En cuanto mi mujer se muera te doblo el sueldo, te lo triplico...!"

Mayordomo: "Lo siento, señor. La señora condesa no piensa morirse, por ahora. Está tomando unas nuevas medicinas americanas, muy buenas."

Conde Próspero B.: "¡Maldita sea!; ¿porqué tienen que interferir los americanos en mis asuntos?"