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sábado, 19 de marzo de 2011

COMENCINI, LA RISA AHOGADA

"El mundo es duro y cruel. Nos encontramos en él sin saber por qué y vamos no sabemos dónde. Debemos avanzar por la vida tan discretamente que el hado no repare en nosotros. Hay que buscar el amor entre las gentes sencillas e ignorantes. Su ignorancia es superior a toda nuestra sabiduría. No alborotemos; Permanezcamos en nuestro pequeño rincón, humildes y amables como ellos. Esta es la sabiduría de la vida". William Somerset Maugham: "The Moon and Sixpence".

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Estos dos títulos constituyen lo más mejor de uno de los padres de la comedia italiana:

Luigi Comencini (1916 -2007)


SEMBRANDO ILUSIONES (1972) Título original: Lo Scopone scientifico 
113 min.  Comedia amarga  
Director: Luigi Comencini
Guión: Rodolfo Sonego
Fotografia: Giuseppe Ruzzolini (Color)
Musica: Piero Piccion
Productor ejecutivo: Fausto Saraceni
Montaje: Nino Baragli
Ganadora de 2 David di Donatello en 1973: a la mejor actriz protagonista (Silvana Mangano) y al mejor actor protagonista (Alberto Sordi)

Con: Alberto Sordi (Peppino); Silvana Mangano (Antonia); Bette Davis (La millonaria); Joseph Cotten (George); Mario Carotenuto (El profesor); Domenico Modugno (Righetto); Franca Scagnetti (Pasqualina); Antonella Demaggi (Cleopatra).
•C.I.C. •Dino de Laurentiis Cinematografica •Produzione Cinematografiche Inter.Ma.Co.  Titanus.


"Me parece que mi película 'La escoba científica' es una historia muy buena sobre la lucha de los débiles contra los poderosos" (Luigi Comencini)
 
Una comedia de notable acidez en la que un humilde matrimonio italiano vive una particular versión del sueño americano a través de un juego que les propone una millonaria un tanto miserable. Planteada en las antípodas del espíritu de Frank Capra, supone una descarnada mirada sobre las miserias de la condición humana. Es uno de los mejores films de su director.

Sinopsis: Roma, 1970. Peppino Su esposa Antonia y sus cinco hijos viven en un barrio pobre, poblado por toda clase de vagabundos, proxenetas y prostitutas, además de un "profesor" arruïnado que imparte clases a todos sobre la importancia de la lectura y la belleza del marxismo. Cada año una millonaria americana viaja hasta Italia para jugar a las cartas con Peppino y Antonia, y cada año estos abrigan la esperanza de ganar suficiente dinero para cambiar sus vidas, -¡no necesitan mucho, pues no tienen nada!-. La villa en la que la mujer de edad vive es impresionante, rodeada por los árboles latinos más bellos, en total contradicción con el entorno de la pobreza de la familia de Peppino. El tema de fondo de la película es la lucha de clases y cómo los ricos se burlan de los pobres con la promesa de ofrecerles un futuro mejor que nunca llega. Pero Comencini es mas amargo que sus contemporáneos (Monicelli, Petri, Risi, etc.) no existe ni el amor ni la humanidad ni entre ricos ni entre pobres.


Bette Davis interpreta a una riquísima americana con una gran adicción a jugar a las cartas y a ganar siempre. Se ha convertido en una experta en los juegos de cartas locales de los distintos países que visita por todo el mundo, por todas partes tiene mansiones. Atada a una silla de ruedas, los juegos de cartas son su única relación con el mundo de los vivos. En Roma, el juego de cartas se llama "scopone" (escoba) e invita a un matrimonio humilde para que sean sus adversarios. La pareja son los más pobres entre los pobres, con una familia de cinco hijos. Tan pronto como llega a Roma Bette, ella los llama y les da un millón de dólares para jugar. Sistemáticamente, cada año les pasan por la cara muchos millones de dólares. Sordi y Mangano pasan el resto del año soñando que un día ellos va a ganar, así durante años y años. El cuerpo del film hasta el clímax es una de las cosas que más dolorosamente divertidas que he visto nunca. Patético y edificante al mismo tiempo.

Una vez más, Peppino, el chatarrero, y Antonia, su mujer, esperan ansiosamente el regreso de una millonaria americana de edad avanzada a su lujosa villa con vistas a las chabolas, donde una variada humanidad pobre sobrevive día a día. La vieja americana viaja por el mundo con su secretario y ex amante George, al que se ha asociado y ahora utiliza como acompañante para jugar a las cartas en varios lugares alrededor del mundo que visitan para cuidar de su negocio a nivel global. Cada año se deja caer por Roma, y llama a Peppino y a Antonia para jugar con ellos a la 'escoba de la ciencia'. La pareja pobre ha estado entrenando durante todo el año y ahora es el momento de la verdad, por fin llegó la gran revancha. Por supuesto todo el municipio está a favor de Peppino, pero especialmente de Antonia, mucho más hábil que él en el juego. Con la victoria Peppino espera expandir su negocio mediante la adquisición de un depósito de chatarra con el que desea retirarse del mercado, y Antonia desea tener una vida menos miserable para ellos y sus cinco hijos, y con poder dejar la fabricación de coronas funerarias, de afeitar muertos -trabajan para un explotador pariente, director de una funeraria- y de fregar empresas. Hasta ahora los dos han perdido, pero esta vez, con los millones que la vieja, 'amablemente', les presta están seguros de ganar.
Iniciado el juego, finalmente parece ser el momento propicio para la pareja pobre. Los dos han ganado doscientos millones de dólares, pero a la vieja le dá un ataque pero, a pesar de eso, quiere seguir jugando.Antonia acusa a su marido de cometer un error en el juego y  a par con su amante, Righetto, estafador profesional, y del engaño con el capital obtenido por las economías de todo el municipio, organizado por el "profesor"- una especie de eruditos y sabios (pero de la estafa) del Consejo de barraquistas- reducirán a la vieja millonaria moribunda. La noche de sábado de brujas tiene lugar el juego a todo o nada. El profesor recoge los mensajes que vienen de sus esclavos de la villa y difundir a las personas que las ganancias de Righetto, la mitad de mil millones de dólares, será  para todos. El pueblo celebra la final, pero el "jugador profesional" lo pierde todo, incluso su dinero invertido en la empresa. Righetto lo pierde todo,  -incluso el honor de jugar y hacer trampas-, e intenta suicidarse.
Peppino, para obtener dinero, también ha perdido la barraca apostando con la vieja millonaria americana. Al final la pareja se reconcilia con ella con la esperanza de recuperar su propiedad en una recepción que la vieja piensa dar el año próximo. Pero es improbable que la multimillonaria vuelva porque Cleopatra, la hija,  -que ha acudido también al aeropuerto con su familia a ver partir los anhelados mil millones de dólares para los Estados Unidos-, cariñosamente acaba de darle una tarta repleta de veneno para ratas a la vieja.
  

La escoba siempre barre hacia el que la sujeta./ El último gran filme de Bette Davis./ Una cruel fábula moderna./ Brillante cuento de hadas oscuro./ Deliciosa fusión de 'Brutos, súcios y malos' (1976) de Ettore Scola con 'Sunset Boulevard' (1950) de Billy Wilder./ Comedia negra  italiana./ Cuando el cine italiano estaba en su mejor momento. / Venganza contra el sistema./ Ante el patetismo y la degradación a la que llegan sus padres una niña lleva a cabo su propia justicia poética./ Zooms muy crispados mostrando los mil rostros de la miseria humana.

Scopone (Escoba):-Definiciones, muy acertadas las tres, en el contexto del film que nos ocupa-: "Objeto doméstico de úso común que sirve para barrer; Se utiliza llevando los desperdicios hacia uno mismo y depositandolos dentro de un recogedor."/ "Variante regional del juego del 'Bridge'." /"En ocultismo: Objeto volador sobre el que una bruja íba montada para desplazarse desde el cielo hasta un 'aquelarre'./ En Italia 'La Bruja de la Suerte' es el equivalente a 'Los Reyes Magos' para hispanoamérica o 'Santa Claus' para el resto del  planeta". 


La Italia de los años setenta se encuentraba en estado crítico: padecía los primeros signos de terrorismo agravado las tensiones sociales, consecuencia de un sistema político que se estaba desmoronando; Hay un cierto poso de esto en esta película de Comencini, una parte de esta realidad social está presente aunque se aleje deliberadamente del llamado "cine comprometido": Se trata de una fábula, escrita con su maestría habitual por Rodolfo Sonego, basandose en un hecho real que había presenciado en Nápoles en 1947.
  
Aunque la ambientación de la isla de chabolas es una reminiscencia del cine neo-realista, tambien está la parte que se desarrolla en un suntuoso castillo que revisa los relatos góticos de terror o los cuentos de hadas con la inevitable bruja, que en este caso es una  multimillonaria estadounidense, que desde su villa domina el valle de los suburbios romanos.
Los cuentos de hadas suelen ser oscuros pero muy atrayentes. La vieja (nunca se sabe el nombre de "la vieja dama") se presenta inicialmente con la apariencia de un hada buena y generosa que hace una donación de dinero a los dos ingenuos chabolistas, pero durante el transcurso de la película tomará la forma de una bruja cruel y codiciosa.


Una película no política, en principio, pero que contiene una crítica social muy dura a la lucha de clases entre ricos y pobres, el poder del dinero; Y un lúcido discurso sobre si ganar dinero sin trabajar está moralmente justificado, -al fin y al cabo los pobres del film pretenden  aprovecharse de la millonaria-: ¿quién es el tramposo real?, ¿Peppino y Antonia?, ¿la vieja millonaria?, ¿el profesor?, ¿Righetto?; La vieja con todo su dinero siempre será la ganadora. 
Algunos críticos han visto una metáfora del imperialismo estadounidense, o la ingenuidad -debido a su bajo nivel intelectual- de las clases bajas,  que caen en la ilusión de la utopía que les vende el "profesor", que lleva a sus vecinos a la ruina. Es necesario hacer hincapié en que la niña Cleopatra es muy consciente de lo que ocurre, y de lo que una noche contó el "profesor" a Peppino y Antonia;

El "profesor" explica que: "Los ricos y los poderosos no pueden comprender los apuros y las ánsias de los pobres. (A los niños): El mismo Homero que estudiais en vuestra escuela de mierda, dijo que mientras los hombres luchan y viven sus tragedias, los dioses se comportan como seres frívolos, crueles y caprichosos. ¿Como quieres ganar la guerra si llegas a apreciar a tu enemigo? Debeis dejar de apreciar a la vieja y empezar a odiarla... ¡odiarla! 
La forma más rápida de sacarle todo sería eliminarla físicamente. Pero dado que desde hace muchos años hemos aceptado el juego, debemos combatirla científicamente, y sin piedad."  La ilusión es tan solo intelectual para él, una fuerza que termina por dominarle.

 En este contexto, uno puede ver que no es por casualidad que Cleopatra solucione los problemas de su familia como en una tragedia griega; Una vez lo han perdido todo, sin esperanza de poder remontar y luchar contra el poder (el capital) con sus propias armas y en una tierra conquistada, los débiles (sub-proletariado)  deben luchar con sus propios medios, pues la vida les obliga a utilizar todos los días mil astucias para hacer frente a los problemas inmediatos de supervivencia (veneno para ratas, de las que están infestadas las chabolas) y recurrir, como lo sugiere el profesor, a la eliminación física del invasor. Una película muy bien dirigida y brillantemente escrita.


EL REPARTO:
El elenco es fabuloso para esta fábula: dos grandes actores estadounidenses, Joseph Cotten y Bette Davis, dos de los grandes italianos: Alberto Sordi y Silvana Mangano. es una comedia de primer orden, a veces rayando en la tragedia, Luigi Comencini aquí queda igualado con Billy Wilder.
Grandes actuaciones: Alberto Sordi, convertido deliberadamente en la sombra de sí mismo y de de Silvana Mangano que, a pesar de sus ropas, conserva la aristocracia en su porte y sus ademanes. Bette Davis y Joseph Cotten constituyen los últimos iconos del cine de los años treinta y cuarenta, muriendo tras el asalto de la televisión. Cotten parece reencarnar la figura de Stroheim en "Sunset Boulevard" de Wilder. Es el ex amante de la multimillonaria.  George es, a su vez la más débil víctima y el verdugo (o ejecutor de las órdenes) de la vieja; Antonia Peppino, sin embargo, son incapaces de ver a sus dos aniquiladores, pues están envueltos en una edificante aura de riqueza.
La composiciones de la Mangano y de Sordi son impresionantes y sobrecogedoras, transmiten tanto su dura verdad como Alfredo Landa y Terele Pavez lo hicieron en 'Los santos inocentes' (1984) de Mario Camus.


Retazos de Sunset Boulevard en una comedia italiana de esqueleto y cuerpo perfectos acerca de cómo el tiránico Don Dólar monta una cadena desde los ricos a los pobres y los humildes. Recuerden que había una partida de cartas en la película de Wilder. Aquí, Bette Davis es una ludópata preparada y profesional, así como una mujer temible y muy segura de sí misma, es el personaje de Norma Desmond. Ella es astuta, no está loca, tiene a todo el mundo girando en torno a ella. Joseph Cotten es el personaje de Max von Mayerling - el artista que tiró una brillante carrera por la ventana para servir a esta criatura imperiosa a la que idolatra-.
 El giro de Comencini consiste en reemplazar al irónico guionista Joe Gillis (William Holden), por Alberto Sordi y Silvana Mangano como la pareja de pobres que han apostado sin darse cuenta su vida con la anciana. En última instancia, no son sólo ellos, sino la totalidad de su barrio de chabolas lo que se está llevando la Davis en su alegre persecución, -llevada a cabo estrictamente para su propia diversión-. El giro al final es tan perfecto, en sí mismo, tan minucioso, a la manera italiana, como el final de la película de Wilder. Absolutamente deliciosa. Cuatro grandes actores dirigidos a la perfección.


Fue la última gran película de Bette Davis, y en los Estados  Unidos ni siquiera saben que existe.  Me pregunto quién es el 'genio' que la comercializó en España con el infame título, de inadecuadas raíces 'caprianas': "Sembrando ilusiones". La película es una joya tragicomica.
El trabajo que hizo la actriz de doblaje italiana con Bette Davis es asombroso, totalmente transparente. He oído que la diva no se llevaba nada bien con Alberto Sordi, ¡qué sorpresa!; Ella no se llevó nunca bien con sus compañeros de reparto.
Pero más allá de trivialidades, déjenme decirles que es una película maravillosa. Bette Davis está magnífica como la torturadora capitalista y falsa benefactora. Alberto Sordi, uno de los más grandes cómicos, ofrece una actuación sensacional.
Una brutal actriz, llena de patetismo en sus tour de force, Silvana Mangano, encarna a una proletaria, siempre es un deleite verla actuar.
Y Joseph Cotten siempre ha tenido mucha distinción prestancia y naturalidad, la clase de actor que interpreta usando la cabeza.
Todo un placer ver a Bette Davis, diciendo "Yo quiero jugar a las cartas" en su lecho de muerte.


Pero los verdaderos protagonistas de la historia son los niños con sus ojos inocentes, pero desencantados, que tienen la visión correcta de la realidad que escapa a los adultos: "Aquí se trabaja, no se juega", -dice uno de los hijos de Peppino-.
Comencini, en particular, dirige la atención del espectador hacia el personaje de Cleopatra: Luigi Comencini, dijo: "El niño es el único en poseer la verdad. De hecho, tuve mucho cuidado con esta chica, y creo que se puede ver ... Ella tiene un sentido preciso de la realidad, ve las cosas como son, no está viviendo la misma ilusión de su familia ni de todo el tejido social de los barrios bajos donde una ilusión les lleva a todos a la locura" (...) "No es que me gusten los niños de una manera especial pero me interesan, son adultos sin leyes, sin moral, sin autocontrol y sin condicionamientos sociales psicológicos". Al final se hace la luz, el nombre que tiene la niña -y de ahí su función catártica- no está puesto al azar.


Los hijos de Peppino y Antonia son niños hambrientos y súcios, privados de infancia y obligados por la dura realidad a hacerse mayores antes de tiempo, pues lo entienden todo perfectamente. -Un niño muy pequeño, que trabaja afeitando a los muertos en una funeraria, acaba cayendose de sueño; Una niña muy seria prepara cuidadosamente una tarta destinada a una capitalista inescrupulosa (en lugar de harina la masa contiene un paquete grande de matarratas, entero)-. Cleopatra, la hija mayor de Peppino se da cuenta de que jugar a cartas con la vieja podrida de millones es un juego de tontos, ¿qué pueden hacer dos proletarios contra el capitalismo yanqui?


Dichos niños, a pesar de ser muchísimo más inteligentes que sus padres, -unos miserables y unos arrastrados que se dejan vejar una y otra vez por dinero- al terminar el film tenemos la sensación que las cosas en la vida no les irán mucho mejor que a sus desgraciados progenitores; Pues llevan grabado en sus rostros una profunda tristeza que solo se obtiene habiendo sufrido durísimas experiencias, -un estigma propio del proletariado-, y han adquirido una astucia própia de las aves de rapiña al carecer de las necesidades más básicas. El odio al patrón que sienten es tan grande que les alejará para siempre del capital; Y más teniendo en cuenta la determinación de la niña, claro está que áquel que ya mató una véz puede reincidir.

Son niños sin alma, como los pintados por Picasso durante su epoca parisina, ("período azul y rosa"); O como los del film de Luís Buñuel "Los olvidados" (1950).


Quiero destacar también el personaje del "profesor" (fantástico Mario Carotenuto), -un personaje como los que aparecen en las primeras películas de De Sica-, un pobre muy embaucador y canalla que estafa a sus vecinos de un gueto de Roma con su verborrea.
Se demuestra así que los pobres y los humildes también sucumben a la fiebre consumista y todos tratan de hacerse ricos de manera fácil (en el caso de Peppino, para satisfacer las ambiciones de su esposa más que las suyas propias), pero sus esfuerzos tienen consecuencias desastrosas.  Es la fábula habitual del pequeño italiano que "se atreve a desafiar al alto y poderoso americano", y en última instancia fallan miserablemente todos ... el ser moral debe seguir estando en su puesto, si se nace pobre no se puede luchar contar los ricos y salirse con la suya.



"PEPPINO: La vieja quiere confesarse.
CURA: ¿Es católica?
PEPPINO: ¡Es extranjera!"



http://www.youtube.com/watch?v=FE7Ze0Y3VNA
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EL GRAN ATASCO  Titulo original: L'ingorgo, una storia impossibile.  Italia 1978.   Duración 126 minutos. 
Genero: Comedia grotesca

Director: Luigi Comencini
Guión: Luigi Comencini, Ruggero Maccari, Bernardino Zapponi
Fotografia: Ennio Guarnieri, Angelo Filippini, Mario Mazzoni. (Color).
Musica: Fiorenzo Carpi
Montaje: Nino Baragli, Vivi Tonini, Giuseppe Varano
Efectos speciales: Roberto Arcangeli
Decorados: Mario Chiari, Luciano Puccini

Interpretes y personajes: Ugo Tognazzi: El profesor; Alberto Sordi: El abogado; Marcello Mastroianni: Marco Montefoschi; Stefania Sandrelli: Teresa; Miou-Miou: Angela; Fernando Rey: Carlo; Annie Girardot: Annie; Patrick Dewaere: El amante de Mara; Ángela Molina: Martina; Gérard Depardieu: Franco, marido de Angela; Gianni Cavina: El marido de Teresa; Ciccio Ingrassia: El moribundo en ambulancia; Ester Carloni: La abuela de Germana; Ferdinando Murolo: Uno de los dos delincuentes; Nando Orfei: Carloni; Harry Baer: Mario; José Sacristán: El cura; Lino Murolo: El padre de Germana; Ernst Hannewald: Stefano; Enrico Lorenzetti: El ciclista; Solvi Stubing; Giovannella Grifeo; Eleonora Comencini; Pupi Avati; Gianni Cavina.
 •Clesi Cinematografica  •Greenwich Film Productions •José Frade Producciones Cinematográficas S.A. •Albatros Filmproduktion •Filmédis •Gaumont International.

Sinopsis: Roma, Via Appia Nuova, cerca de la CRG. Una terrible atasco de tráfico afecta a una larga caravana con miles de conductores que se dirigen a Nápoles. Estos incluyen un rico hombre de negocios que sostiene demagógicas ideas -que él dice que son socialistas- (Alberto Sordi), una joven hippie (Angela Molina), una estrella de cine de edad avanzada, Montefoschi (Mastroianni), dos parejas en crisis: una de mediana edad (Girardot y Rey) y otra joven (Depardieu y Miou Miou), una familia numerosa de Nápoles, unos  jóvenes delincuentes en un Range Rover, unos chulos de buenas familias en un Mercedes...

Durante el largo día los personajes interactúan de una manera u otra. El contratista dice ser generoso con los infelices y luego se escaquea a la primera solicitud de ayuda. Dentro de la gran familia la joven napolitana está embarazada y el padre quiere que aborte. El actor es reconocido y halagado por todos, incluyendo a una pareja que vive en una casa en ruinas al lado de la autopista y que está dispuesta a recibirlo durante la noche. El marido le ofrece a Montefoschi pasar la noche con su mujer embarazada a cambio de un empleo en Cinecittà. La hippie liga con un joven que transporta queso en un camión y ámbos son acosados por los jóvenes delincuentes. Algunos napolitanos tratan de vender las mercancías transportadas despertando la ira del muchacho.
En un Volkswagen un neurótico raciona sus cigarrillos e, irónicamente, un grupo de niñas cantan canciones del movimiento, luego superficialmente politizado de los Trabajadores para la Autonomía,  -adjunto a la política moderada del PCI-.
Un hombre muere en una ambulancia (Ciccio Ingrassia), confortado por un predicador ecologista. El empresario (como si de Berlusconi se tratara) quiere contratarle para su cadena de televisión, -para ejercer de telepredicador al servicio de un mensaje fascista-, pero su petición es rechazada. Durante la noche, el joven conductor es sorprendido por los matones que violan a la chica hippie. Los presentes en el Mercedes se vén tentados a actuar en primer lugar, pero contemplan la terrible escena divertidos, sin hacer nada. El hombre joven se pelea con su esposa, quien lo traiciona con su profesor, invitado en el coche. Los jóvenes acogen al marido en su camioneta.
El actor Montefoschi despierta en la cama del proletario sin haber logrado sus intenciones. El joven camionero se recupera y quema el Range Rover mientras sus ocupantes duermen.  Veinticuatro horas han pasado. Un orador pide a los automovilistas que enciendan los motores. El empresario se complace en contratar a una joven cantante para un desempeño sexual. Los dos jóvenes (el camionero y la chica hippie) quieren olvidar lo que pasó.


Rodada íntegramente en los estudios de Cinecittà, donde se reconstruyó la carretera, una gasolinera, las chimeneas de las fábricas y la antigua casa de campo en el molde de un dispositivo de cerca de la Via Appia Pignatelli, en la Appia Antica.

Érase una vez, en una de esas autopistas italianas de las que los italianos de sienten tan orgullosos.../ Inmóvil "road movie"./ Una metáfora sobre el absurdo de la sociedad contemporánea./ Un más que satisfactorio film apocalíptico y experimental que no deja indiferente a nadie que la haya visto./ El coche era un símbolo de progreso y poder económico mucho antes de "Crash" de Cronenberg./ Audios mezclados con el mismo atasco de tráfico y planos movidos tomados con zoom.


Inspirado en un cuento de Julio Cortázar. Un atasco de tráfico en la carretera bloquea por 36 horas cientos de coches. Reuniones, interactuaciones forzadas, amistades, conflictos, discusiones, traiciones. Relegadas a un segundo plano, y entre los pliegues narrativos, las implicaciones sociales de la ficción y las hipótesis de una catástrofe ecológica rompe las historias de corte anecdótico que forman parte de la comedia realista de costumbres, pero hay una sabiduría oculta dentro de la progresión narrativa y el diseño de producción que hacen que el resultado final sea mayor que la suma de sus sumandos. "Sufro, como todos los hombres, la época tan fea en la que vivimos" (J. L. Borges). La película de Comencini dice lo mismo, y nosotros, su público, lo suscribimos. Redistribuido bajo el título de "Carretera negra" . El atasco de tráfico en la autopista de Roma permite al realizador para dar a conocer el lado negativo del alma humana: la traición, la conspiración del silencio y la especulación están al acecho bajo unas máscaras de urbanidad y/o solidaridad.


En este camino se entrelazan las diferentes historias de varias personas para las que las condiciones de su vida cotidiana se manifiestan en toda su crudeza hasta el extremo de hacerles explotar. El director realmente pretende representar el punto al que nuestra sociedad, presuntamente civilizada, puede llegar ... y se las arregla muy bien con la inconmensurable ayuda de un gran elenco de la escena italiana, la francesa y la española;  Muy significativas son las escenas finales, cuando una mujer le dice a dos jóvenes lo que pasó con su hijo (esta es la frase final "¡Vamos a dormir, quizá a soñar con ángeles!") ¡Esta obra es más que satisfactoria!

¡Poca coña con el gran Luigi Comencini! ¡Uno de los mejores directores italianos en pleno apogeo (años sesenta y setenta) del cine italiano! "Traffic Jam", como "lo scopone scientifico" es una 'modern fable'. Un abogado metido en  política (y en especulaciones) con el poder que le otorga el dinero contempla a los demás conductores a mucha distancia, -como el ricachón que se vá de safari a fotografiar animales salvajes con un potente zoom-. Este gran atasco no tan solo enfrenta a los pobres contra los grandes y poderosos, sinó que involucra a toda la sociedad, haciendo especial hincapié en las preocupaciones sociales.


A primera vista, parece una película de desastres amateur en lugar de ser espectacular. Este gran atasco revela el profundo malestar de la sociedad de consumo italiana de los 70.  El coche, es aquí un símbolo sagrado mucho antes que lo fuera para Cronenberg ("Crash") ¡e infinitamente mejor que el!  Comencini anuncia el fin de nuestros días, estamos muertos, envenenados por el egoísmo, la hipocresía y la maldad de Dios llamada: el coche ... Sydney Pollack dirigió anteriormente "They Shoot Horses, Don't They" mostrando unos Estados Unidos dando vueltas en círculos, Comencini muestra aquí el final de la carretera.


Como en una película de desastres cualquiera, hay una gran cantidad de subtramas (no parece haber trama ni personajes principales), pero Comencini es demasiado inteligente como para seguir las reglas de un film de catastrofes cualquiera: a excepción de Sordi y Mastroianni, y las estrellas (Depardieu, Girardot, Tognazzi, Miou Miou, y otros), las caras menos conocidas permanecen en un discreto segundo plano.

Una "road movie" estatica que tiene lugar enmedio de un  paisaje desolado, miles y miles de vehículos. Y dentro de este mundo apocalíptico, la rehóstia de la mezquindad humana y Dios contra todos nosotros. El paroxismo de la película deja paso al horror. Durante una escena de violación múltiple en una camioneta con la puerta abierta, durante la noche: cuatro burgueses, en el coche de atrás, ponen los faros y disfrutan con la chica gritando mientras es forzada. ("tal vez le gusta que la espiemos",- dice uno de los voyeurs-), pues, seguramente, ellos pagan por un espectáculo de este tipo en la ciudad.

Si, hay una esperanza,  como en otras ocasiones, en el mundo de Comencini, se pueden encontrar en los ojos de los niños con aureola de santos; Una luz que ilumina la oscuridad. Cuando una chica (la que va a ser tristemente asaltada y espiada) coge su guitarra y canta una melodía encantadora para los niños y niñas con la esperanza en sus rostros.
Algo angelical se puede encontrar también en las palabras del reverendo cuando le reza al cuerpo del hombre que murió en la ambulancia (atrapado en el atasco de tráfico también), Comencini le hace decir la verdad.


Como la mayoría de las obras de Comencini, se trata de una comedia de humor negro sobre las tragedias que ocasiona la estupidez humana.
  
"Traffic Jam" es una comedia muy negra,  es un poco como "Roma"de Fellini,  "Fin de semana" de Godard,  "El discreto encanto de la burguesía" de Buñuel, "Trafic" de Jacques Tati y "Macanica nacional" de Luís Alcoriza. Junto a la calzada romana hay un atasco monumental que dura 36 horas. Somos incómodos testigos de los dramas, personales y públicos, de un grupo de gente en este amontonamiento de vehículos, sin duda, una imagen que debe tomarse como un microcosmos de un mundo dominado por una agresividad feroz. Es una película que es a su vez dura, desenfrenada, inteligente, graciosa y sencilla. Es un buen ejemplo de "comedia italiana" ese género combinado con un humor cruel y con una sátira salvaje.

  
Cuenta con un elenco notable de estrellas internacionales. Luigi Comencini es un director italiano infravalorado, Jean-Luc Godard se cuenta entre admiradores. En esta comedia negra salvaje (en cuyo guión Bernardino Zapponi, -socio regular de Fellini- participó) alcanza objetivos satíricos muy notables, dignos de Luís Buñuel. Por cierto, el propio hijo de Luís Buñuel, Juan-Luis Buñuel,  fué asistente del director de segunda unidad en esta producción italo-franco-germano-española.


Varias buenas (y algunas memorables) viñetas abundan en el film: Un arrogante abogado (Sordi), acompañado por un sufrido asistente, comiendo un potito para bebés apartado del resto de conductores.
Entre los naufragados coches abundan los pobres úsados como trueque: Cavina cede a sabiendas a Sandrelli, -su sexy mujer-, para que pase una noche con el actor Mastroianni a cambio de un trabajo como chofer de las estrellas en Cinecittà, e incluso dá a entender su chantaje ante la posible falta de rendimiento en la cama del actor; Rey y Girardot, como pareja que celebran con un viaje sus bodas de plata pelean amargamente (y vociferan sus infidelidades a los cuatro vientos), y todo por la pérdida de las llaves de su casa, que estuvieron en posesión de Fernando Rey todo el tiempo ( a pesar de que él las desliza de nuevo hacia el bolso de su mujer cuando ella no está buscando allí); Un depresivo Dewaere, fumador maníaco y perennemente colgado de su chica; Depardieu amenazando con suicidarse cuando Miou-Miou le pone los cuernos con el profesor que interpreta Tognazzi.


José Sacristán bendice la ambulancia con un infeliz muerto que quedó atrapado en el atasco: "Te damos gracias, Señor, has llamado y aceptado en tu seno a este hombre para llevarlo lejos de las catástrofes del mundo. Sálvanos, Señor. Sálvanos del plástico, sálvanos de los residuos radiactivos, líbranos del poder político, sálvanos de las multinacionales -se pueden cerrar por razones de Estado-, sálvanos de los desfiles, uniformes y marchas militares. Sálvanos del desprecio por los débiles, líbranos del mito de la eficiencia y la productividad, sálvanos de la falsa moral, sálvanos de las mentiras y de la propaganda. Respetemos la naturaleza, la vida, el amor, el respeto por los demás; la fornicación no constituye un pecado carnal, pues no es un pecado lo que se hace con amor. Amén."


"Traffic Jam" es absolutamente pesimista. Las últimas fotos muestran a la población comiendo frascos de alimentos para bebés.  ¿Otro hombre va a nacer de nuevo con la sabiduría de un niño, o será condenado a vagar durante toda la eternidad? Como en SEMBRANDO ILUSIONES Un niño sufre la indiferencia de los adultos en el corazón; Los niños que fueron cuidadosamente amamantados se envían a la guerra,  a morir o a matar, como se matan todas sus ilusiones.