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domingo, 20 de febrero de 2011

ESPERPENTOS CÓMICOS 2. MONICELLI PICARESCA Y SÁTIRA




"LOS ALEGRES PÍCAROS" Título original: I Picari

Año: 1988   Duración: 121 min.   Italia/ España  
Género: Aventuras/ Comedia   Idioma: Italiano


Director: Mario Monicelli
Fotografía: Tonino Nardi (C)
Guión: Leonardo Benvenuti, Suso Cecchi d' Amico, Piero De Bernardi, Mario Monicelli; Sobre la novela "Guzmán de Alfarache" de Mateo Alemán y "El lazarillo de Tormes", novela de Anónimo.



Editor: Ruggero Mastroianni
Música: Lucio Dalla, Mauro Malavasi

Intérpretes y personajes: Giancarlo Giannini: Guzmán Alfarache; Enrico Montesano: Lazarillo de Tormes; Vittorio Gassman: Marqués Felipe de Aragona; Nino Manfredi: El viajero ciego; Giuliana De Sio: La prostituta Rosario; Paolo Hendel: El tutor del Marquesito; Bernard Blier: El protector; Vittorio Caprioli: Sombra Impresionante; Salvatore Borgese: Capitán; Claudio Bisio: El piloto amotinado; Blanca Marsillach: Ponzia.

Productor: Giovani Di Clemente para Clemi Cinematográfica y Producciones Cinematográficas D.I.A. 
Distribución: Warner Bros.


Sinopsis: Los protagonistas de la historia (Giancarlo Giannini y Enrico Montesano) se reúnen en los remos de una galera, se hallan ahí tanto para expiar los pecados de una vida inestable como por robar; empiezan a contar sus respectivas historias: Lazarillo de Tormes fue criado en una chabola mísera, dónde para sobrevivir, su madre prostituta vendió a su hijo a un viajero ciego (Nino Manfredi), quién resulto ser un estafador astuto y un avaro increíble, que enseñó al chico lo que él mismo aprendió en la calle, valiéndose del fraude, del engaño y la burla.
Guzmán Alfarache, por su parte, conoce la miseria que representa servir en casas de nobles; Su padre era relojero, pero siendo, como era, muy ducho haciendo trampas en los juegos de dados y cartas, la vida le fue privada antes de tiempo, muriendo ahorcado. Es entonces cuando su camino fue guiado por un sacerdote de una familia noble, donde un profesor (Paolo Hendel) en lugar de darle golpes fuertes al vástago de la familia (como hubiera sido correcto, habida cuenta de la vergonzosa ignorancia de este) se los daba al pobre Guzmán.

Después de haber escapado de la cocina tras un motín en el que son arrojados al mar, los dos pícaros se encuentran en la playa; De nuevo, tienen que luchar por su destino. Obligados por las cadenas que les aguardan, el destino les separa. Guzmán se presentará ante un noble caído (Vittorio Gassman), todo sangre azul pero sin un real; y se reunirá de nuevo con el Lazarillo, quién mientras tanto había seguido con su arte de engañar a los crédulos en la calle, y ejerce como improvisado actor.

Así comienza su viaje, 'ahora en común-ahora separados', entre bromas y travesuras. En la costa catalana los dos hombres, haciéndose pasar por un noble con su criado, serán capaces de engañar a un joyero, comprando una joya preciosa pagada con otra falsa, a crédito, que en realidad es una peladilla adquirida en la confitería de al lado. Con el dinero obtenido de la estafa Lazarillo y Guzmán deciden hacer una buena "inversión" y comprar una prostituta, Rosario (Giuliana De Sio), a su antiguo patrón (Bernard Blier). El pacto entre caballeros resulta ser un engaño, porque la prostituta elige con quién se acuesta, administra el dinero y pretende huír; exigiendo su libertad. La naturaleza indolente de Rosario empuja a Lazarillo hacia ella con un ardid del amor y los dos protagonistas se separan de nuevo. Guzmán es aceptado por una cofradía de ladrones dirigida por un individuo llamado Sombra Impresionante (Vittorio Caprioli) que le enseña a extorsionar a un noble local, quién astutamente prepara una emboscada para detener a la banda, Guzmán se ve obligado a matar de forma gratuita a un policía con un arma. Debido a este gesto, el protagonista es condenado a morir colgado, -como ocurrió con su padre muchos años antes-. Para resolver el problema interviene Lazarillo, que después de haber sido abandonado por Rosario ha trabajado como ayudante del verdugo: Las aventuras y desventuras del compañero de Guzmán son compartidas con otro amigo que estaba condenado a la amputación de su mano por robo. La escena final muestra a los dos protagonistas, unidos de nuevo en el camino del hurto y la fechoría, cuando son perseguidos por un pastor al que le han ordeñado a todas las ovejas y le han robado la leche.














Frases para el recuerdo:

Lazarillo de Tormes: "La vida es un juguete, un pozo, la inalcanzable luna ... Daría un ojo por un poco de suerte."

Ciego: "Niños y gente loca, la verdad siempre en boca".


Nueva inmersión en el relato picaresco, en la línea de otros trabajos de Monicelli, como "El Marqués de Grillo" o "Bertoldo, Bertoldino e... Cacasenno", para la que el director se documentó con varias obras españolas, como la novela anónima "El Lazarillo de Tormes", y la novela "Guzmán de Alfarache" de Mateo Alemán, entre otras. Injustamente denostada en su día por la crítica más sesuda, "Los alegres pícaros" narra las desprejuiciadas aventuras de dos vagabundos (Giancarlo Giannini y Enrico Montesano) que, apurados por el hambre, y sin obtener ningún beneficio de la venta ambulante, se dedican a estafar a la gente con trapicheos poco ortodoxos.


Como en muchas otras obras de Monicelli el film se beneficia de una cuidada reconstrucción histórica que recrea perfectamente un universo temporal determinado. La película superpone una serie de episodios independientes entre sí cuando los dos interpretes principales participan de vez en cuando con otros personajes que son las co-estrellas de cada episodio. Ambientada en el año 1593, presenta a los seres humanos en general (ricos y pobres) como aves de rapiña y lobos arrojados a un mundo inóspito dónde solo sobrevive el más taimado y astuto. El film se beneficia de la excelente labor de un gran reparto. La mayor parte del film se rodó en exteriores en Ávila, Salamanca, Castilla y León, y estas ciudades se convierten en personajes, presentes a lo largo de todo el metraje, más que en espacios físicos dónde ubicar unos personajes.



Monicelli, como Pier Paolo Pasolini, supo extraer poesía de los ambientes marginales -escatología y desnudez femenina incluidos-, y acometió una punzante diatriba contra los estamentos sociales más anquilosados en el tiempo y más pagados de sí mismos (como la iglesia católica y la burguesía). -Una joven novicia que ¡chupa como los ángeles! el dedo anular que Lazarillo introduce a través de la reja de un covento. Dos condenados a galeras, suspendidos mediante cuerdas y arneses por el exterior de un barco de presos, cagan en alta mar mientras se cuentan sus batallitas; Ván incómodamente sentados en sendas sillas de mimbre sin asiento, para que sus culos  asomen por debajo. De modo que los dos desventurados vagabundos tienen que adoptar una incómoda postura que les dá la apariéncia de insectos patas arriba-.

 

A mi parecer, el episodio del Lazarillo con el ciego constituye la mejor adaptación de la primera parte de esta famosa novela picaresca que nunca se ha rodado. Fiel al espíritu irreverente del texto, y al mismo tiempo no exento de aguda sátira social. Me gusta especialmente cuando el ciego (genial Nino Manfredi), engañado por Lazarillo, trata de vender un potente afrodisíaco a un obispo al que toma por un estudiante (están en un mercadillo dispuesto alrededor de la catedral de Salamanca). El ciego será azotado públicamente desde un entarimado levantado en la Plaza Mayor, por su afrenta al clero.




Guzmán (Giancarlo Giannini) conoce a un noble caído (Vittorio Gassman), todo sangre azul pero sin un real, que pasa más hambre aún que su criado





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                                               LAS DOS VIDAS DE MATTIA PASCAL

Título original:  Le due vite di Mattia Pascal
Año:  1984    Duración:  202 min

País:  Italia, España, Francia, R.F. Alemania, Reino Unido
Dirección:  Mario Monicelli
Guión:  Suso Cecchi d'Amico, Ennio De Concini, Mario Monicelli, Amanzio Todini (Novela: Luigi Pirandello)
Música: Nicola Piovani
Fotografía: Camillo Bazzoni (C.)
Productora: Coproducción Italia-Francia-Alemania del Oeste-España-GB; Antenne-2 / Channel Four Film / Cinecittà / Excelsior Cinematografica / RTVE / Radiotelevisione Italiana / TMG / TSI
Género:  Comedia dramática 
 
Reparto: Marcello Mastroianni (Mattia Pascal); Senta Berger (Clara); Flavio Bucci; (Terenzio Papiano); Laura Morante (Adriana Paleari); Laura del Sol (Romilda Pescatore); Caroline Berg (Véronique); Andréa Ferréol (Silvia Caporale); Bernard Blier (Anselmo Paleari); Alessandro Haber (Mino Pomino); Néstor Garay (Giambattista Malagna); Rosalia Maggio (Vedova Pescatore); Clelia Rondinella (Oliva Salvoni); Carlo Bagno; Flora Cantone; Helen Stirling.
Sinopsis: Una película hecha para la televisión, basada en la novela  de Luigi Pirandello, "Il fu Mattia Pascal" teje la historia de un hombre (Marcello Mastroianni, -magnífico y cercano, como siempre-) que finge su propio suicidio y trata de vivir una vida sin preocupaciones antes de integrarse de nuevo en la comunidad en la que  llevaba años "enterrado" en vida.

Mattia Pascal es un especulador de poca monta, un propietario inmobilista descaradamente engañado por su administrador (Néstor Garay).
Los acontecimientos en la vida de Mattia pronto cambian cuando deja a su familia (su esposa y su suegra) y de pronto las cosas le empiezan a ír muy bien.
Cuando gana una fortuna en el casino de Montecarlo hay una transición entre la vida provinciana de Mattia  y su desprendimiento de nuevo rico cuando se lía con Véronique (Carolina Berg).
Cuando se arruïna regresa a su pueblo natal y descubre que a mujer de la que siempre estuvo enamorado se ha casado con su mejor amigo.
      
Mattia Pascal: "Yo me he muerto ya dos veces". "Quien sufre dolor, podrá dormir, pero quien infringe dolor, no podrá"




      


Una película magnífica sobre la identidad, el destino, el azar y el anonimato

"Las dos vidas de Mattia Pascal" es una película de atmósfera inquietante. Aunque la música de Nicola Piovani es, en toda la película, altanera y pomposa, lo que sugiere más bien un "giallo" que una satira.
El sarcasmo, la frescura, la  diversión sencilla, -con toques de tristeza-, el espíritu burlón y cínico,  son las marcas de fábrica del director Mario Monicelli, el film tiene todo su  brío. 
A pesar de eso, hay que reconocer que Mario Monicelli hizo mucho mejores y más inventivas películas.

El elenco femenino es de por sí interesante: Laura del Sol como "Romilda" (esposa de Mattia); Y Rondinella Clelia como la rústica belleza "Oliva".



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Mario Monicelli (Viareggio, Toscana, 16 de mayo de 1915 – Roma, 29 de noviembre de 2010) fue un director de cine y guionista italiano, considerado uno de los maestros de la Commedia all'italiana  ("Comedia a la italiana"). Trabajó con todos los escritores y actores italianos más importantes del siglo XX.

Bastión imprescindible, e insustituible, de una generación de directores que abrieron una espécie de 'segunda vía' dentro el cine italiano de los años 50, 60 y 70, y con un estilo muy alejado de la cargante pedantería de la que a menudo adolece el cine de Ettore Scola -exceptuando la sublime "Una jornada particular"-; del frío academicismo de Mauro Bolognini ("La herencia Ferramonti"); o de la cáustica tragicomédia provinciana y costumbrista que hacían, demasiado a menudo, Luigi Comencini ("Sembrando ilusiones", "El gran atasco"), y Dino Risi ("La escapada", "Perfume de mujer"); El cine de Mario Monicelli se revela hoy en día tan lúcido y directo como lo fue en su estreno.

Como Luís Gª. Berlanga escuchó la voz de los perdedores y la dió a conocer al mundo. Su espíritu imbatible, no obstante, no pudo impedir que una parte de su obra, -áquella dónde hay un exceso  de proselitismo comunista-, haya envejecido mucho.  

Para decirlo de un modo sencillo: Monicelli no hacía cine como De Sica, ni como Rosellini, ni como Visconti, ni como Fellini, ni como Pasolini. Ni lo pretendió nunca ni le hizo ninguna falta. Tenía un estilo invisible, -como Howard Hawks o Billy Wilder-. Siguió rodando hasta el año 2006 hasta que una casi total ceguera se lo impidió.

Fué un hombre tan súmamente lúcido, hasta el final, que en cuanto supo que íba a morir por causa del cáncer terminal de próstata que padecía, se arrojó por una ventana del quinto piso del Hospital San Giovanni en Roma, dónde se encontraba ingresado. Murió el 29 de noviembre de 2010.


Mario Monicelli fue, sobretodo, un humanista y un gran contador de historias tragicómicas, -estas películas que comento aquí son la prueba de ello-.


                                                                          I Picari




                                                                  Le due vite di Mattia Pascal