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viernes, 27 de agosto de 2010

PARECIDOS MUY RAZONABLES III. TERROR-COMEDIA-SUSPENSE-FANTASTICO

EL LEGADO TENEBROSO./ LA VOLUNTAD DEL MUERTO./ EL GATO Y EL CANARIO



(The Cat and the Canary, 1927)  Duración: Distintas versiones de 82 min /108 min. USA. Silent.

Director: Paul Leni
Guión: Alfred A. Cohn; sobre la adaptación a cargo de Alfred A. Cohn y Robert F. Hill de la honónima pieza teatral de John Willard. Carteles: Walter Anthony.
Producida por: Paul Kohner
Musica original de: Hugo Riesenfeld
Fotografía: Gilbert Warrenton (B/N).

Reparto: Laura La Plante (Annabelle West); Creighton Hale (Paul Jones); Forrest Stanley (Charles 'Charlie' Wilder); Tully Marshall (Roger Crosby); Gertrude Astor (Joven Cecily); Flora Finch (Tía Susan Sillsby); Arthur Edmund Carewe (Harry Blythe); Martha Mattox (Mamita Agradable); George Siegmann (El guardian del manicomio); Lucien Littlefield (Dr. Ira Lazar); Hal Craig (Policía); Billy Engle (Taxista); Joe Murphy (Lechero).   Productora: Universal.

Género: Comedia de terror (o a la inversa).

                 
Sinopsis: Los parientes del viejo rico Cyrus West están esperando su muerte para heredar. Pero el viejo Cyrus estipula que su voluntad deberá ser leída 20 años después de su muerte. Durante el día designado, sus expectantes herederos llegan a su mansión. La voluntad es leída y resulta que la única heredera es Annabelle West, siempre y cuando ella demuestre que está cuerda. Si no fuese así, el dinero y algunos diamantes irían a parar a otra persona, cuyo nombre está en un sobre sellado. El señor Crosby, abogado del viejo Cyrus, desaparece antes de poder revelar a Annabelle el nombre que contiene el sobre sellado...
Roger Crosby: Usted se debe haber sentido muy sola aquí durante estos veinte años, Mamita Agradable.
Mamita Agradable: Yo no necesito a los que viven.

            

El abuelo de todas las comedias de terror

De hecho uno de los grandes Silents de la historia. Película muda muy influyente que resulta aún divertida. Esta ha sido restaurada por Kevin Brownlow y Producciones Photoplay. El tema es atractivo y constituye una nueva muestra de porqué Paul Leni está considerado como un maestro. Claro, la trama es ligera, pero Leni es tan imaginativo y sin restricciones en su estilo que acaba dejandote con la boca abierta por el asombro. La mayoría de tomas es una obra maestra en sí misma. Los decorados y la fotografía son maravillosos. Pero hay demasiado humor tonto en ella -Leni es mucho más eficaz en los momentos de miedo-. La interprete principal La Plante es eficaz, y los interpretes secundarios manejan sus personajes más macabros con fruición. Las películas de casas embrujadas de los años 30 y 40 tienen todas este estilo. Todos los grandes aprendieron del Maestro Leni, decorador y cineasta.


La obra de 1922 EL GATO Y EL CANARIO fue tan popular que fué la causa de la fortuna de su autor, John Willard, que vivió para ver filmadas nada menos que tres versiones reconocidas de su obra, antes de su muerte acontecida en 1942. Aún hoy la historia sigue siendo un clásico en su género, inspirando una serie de películas que mezclaban comedia, misterio y horror -por no mencionar otras obras y filmes centrados en las acciones sospechosas que tienen lugar en casas antiguas y oscuras. El director James Whale reconoció la influencia de escritores como John Willard y Gavin Lambert en sus películas "FRANKENSTEIN" y "LA CASA VIEJA Y OSCURA".


EL GATO Y EL CANARIO es una película muy imaginativa, utiliza una serie de imágenes superpuestas y primeros planos, consiguiendo un efecto asombroso dentro de un sentido visual puro, a diferencia de otras cintas de la época del cine mudo con abundantes cartelones explicativos.


La trama es la clásica de su género. Como en la obra original de Willard, la película mezcla una serie de clichés con soluciones visuales que entonces eran nuevas. Hoy, por supuesto, no existe tal novedad. Pero aún así sigue proporcionando una buena cantidad de diversión.


Un excéntrico millonario ha sido perseguido hasta la muerte por sus parientes codiciosos. Y cuando él muere, deja tras de sí una voluntad que impone un período de veinte años de espera entre su muerte y la entrega de su herencia a su heredero. Pero, ¿quién va a ser el heredero? Los candidatos se reúnen a medianoche en la mansión para oír la voluntad del muerto... Tras ser nombrada heredera Annabelle West una série de cosas extrañas están a punto de suceder...


La receta parece sencilla pero los elementos tienen que estar bien dosificados: Unos personajes absolutamente arquetipicos: la chica (Laura La Plante), el muchacho de modales suaves (Creighton Hale), la vividora muy sensual que espera darse una gran vida de princesa (Gertrude Astor), la matrona con el hacha de guerra a punto (Flora Finch) muy graciosa como esa vieja chismosa, y así sucesivamente. Tal vez lo más memorable es el ama de llaves (Martha Mattox), una mujer muy adusta, irónicamente llamada ¡Mamita agradable!. Se le han agregado al guiso un abogado exasperado, un médico espeluznante, pasadizos secretos, unas manos peludas con las uñas de los dedos en forma de aguja, unos diamantes robados, y todo, bien mezclado en un hábil guión de comedia; y tiene usted un inspirado film clásico que le proporcionará un buen entretenimiento; aún cuando pueda parecer demasiado excéntrica para los estándares modernos. El elenco actúa dentro de unos parámetros demasiado teatrales, pero los valores de la producción son de primera categoría, aunque la trama es bastante peculiar en su tonta manera de hacer divertido todo lo que ocurre. Pero la dirección ofrece grandes momentos.


Recomendada para los interesados en las clásicas películas de terror. Si te gusta el cine mudo esta es una agradable manera para pasar una hora y media, más o menos.


Esta película es una muestra del considerable talento de su director, Paul Leni, la cámara merodea por el interior de una vieja casa oscura con la agilidad de un gato, mientras que los actores se comportan como impacientes y angustiados canarios, la convivencia de los familiares es muy incómoda y conspiran unos contra otros. El reparto está bien elegido. Laura La Plante compone una heroína encantadora, mientras que Creighton Hale, con gafas de concha, mezcla la rapidez de reflejos de Harold Lloyd, con el patetismo, y la lentitud paralizante provocada por el apocamiento, de Harry Langdon-. Tully Marshall y Martha Mattox representan, respectivamente, a los personajes muy caricaturescos del notario y del ama de llaves, ellos son la vieja generación de las obras de terror, el primero tiene cara de ciruela pasa y una palidez mortecina; mientras que la segunda libra su batalla perfectamente -irónicamente llamada Mamita Pleasant-. Según los estándares de hoy, la película no da mucho miedo, aunque los estados de ánimo que transmite la envolvente puesta en escena siguen siendo eficaces. Sus cualidades son más pictóricas que dramáticas.

Este silencio es oro

"El gato y el canario" es una película clave de la época del cine mudo, y fue muy influyente a la hora de dar comienzo al viejo género de la vieja casa oscura que continuó en los inicios del cine hablado. Cuando el sonido se introdujo en el cine de terror un exceso de diálogo y los chistes malos proliferaron, aligerando el estado de ánimo del espectador en detrimento de la trama de suspense. En éste film el humor es visual, y el tono es más consistente. Ha habido decenas de remakes e imitaciones largo de los años , pero la belleza oscura y gótica del film original nunca ha sido superada.



"El gato y el canario" es una de esas películas de las que a menudo se habla cuando se elabora una lista de películas clásicas de terror de la época del cine mudo, y después de ver esta película es fácil ver por qué.


Mi escena favorita es la de apertura: Una espeluznante garra peluda con uñas afiladas dá un cepillado por el polvo y las telarañas y revela el título de la película; veinte años más tarde la cámara avanza por el estrecho pasillo, con las cortinas alzadas por el viento, -como fantasmas-. Es simplemente una película maravillosa. Esta película fue de las primeras en utilizar estos efectos-cliché: Paneles ocultos, manos saliendo de las paredes, sombras espeluznantes; antes de que se convirtiera en algo muy común en el género del terror cinematográfico en otras películas mudas de horror de Universal, como "El Fantasma de la Ópera" y "El jorobado de Notre Dame".


El mortal juego entre el gato y el canario, en el que una joven heredera se siente atrapada en una casa encantada muy peculiar, rodeada y acechada por una maldad que nunca había visto hasta ahora...


Una película 'dandy' de terror del cine mudo, con la mezcla justa de amenaza y alegría para complacer al espectador mas simple, Universal dió la película un atinado diseño de producción, que no sólo se extiende a la atmósfera de conjunto, sino también a los carteles de los títulos, salpicados de un humor espeluznante.


El director Paul Leni

Lo que impulsa esta película es realmente la historia que se narra más que la personalidad de sus interpretes. Sin embargo, cabe mencionar la destacable actuación del actor habitual de Von Stroheim, Tully Marshall, como el decrépito y temible abogado; a Flora Finch como la tía de una muchacha descarriada, al mismo tiempo aterrorizada y furibunda; a Lucien Littlefield como un médico muy extraño; a Laura La Plante como la heredera hermosa y asustada; y a Creighton Hale como su nervioso y atolondrado primo, quienes dan un toque de luz a la oscura trama con la consabida e imposible subtrama romántica.

EL GATO Y EL CANARIO es un ejemplo de cuento de terror. Todos sus elementos están aquí: jóvenes en dificultades, una mansión en ruinas, un ama de llaves de aspecto siniestro, un abogado que sabe demasiado, la fuga de un loco, fantasmas y monstruos acechando, perdida de voluntades, reuniones a medianoche, huesudas y peludas manos que aparecen en los paneles de un dormitorio, pasadizos secretos, y muertes súbitas. Desconcertados personajes que siempre toman las peores decisiones que les llevan en las garras de los fantasmas rapaces, monstruos y lunáticos. Sin embargo, el tema de la Antigua Casa Oscura ha sido durante largos años una fuente respetada en la literatura y en las películas con el objeto de maximizar el suspense y la tensión. De hecho, esta película anticipa "Cumbres borrascosas", la mansión de los Baskerville, Manderley y la Casa Bates...

"El gato y el canario" ha sido considerada como una obra maestra, y que la película todavía se conozca hoy en día es toda una hazaña de la que es responsable Paul Leni (el director), quién ha demostrado tener una gran destreza rodando películas de terror como "El hombre de las figuras de cera" y "El hombre que ríe".


Los escenarios son realistas, lo que hace esta película un creíble "viaje en el tiempo" (se rodó hace más de 70 años atrás). Han achacado a esta película que sus interpretes sobreactuan en exceso y que resulta lenta. La puesta en escena es maravillosa, sobre todo la escena en el salón (escena típica de una "casa embrujada"). El trabajo de cámara (por ejemplo, el esqueleto de doble exposición; los subtítulos, que de vez en cuando se mueven como un fantasma), son muy agradables también.

Es la quintaesencia de la "casa vieja y oscura" película a la que se le incorporó comedia (muchas de estas obras en realidad fueron pensadas para el escenario). Dentro de su género, también he visto "El monstruo" (1925); "Satanás" (1929) Benjamin Christensen, que también realizó otras dos películas en la misma línea: "La casa encantada" (1928) y "La casa del terror" (1929); -¡que lamentablemente, se consideran perdidas!-. Leni también dirigió "La última advertencia" (1929), y situó su acción dentro de un teatro.


De todos modos, la ambientación visualmente es un verdadero placer. Pone de relieve la cámara móvil utilizada por Gilbert Warrenton y los efectos ópticos de Charles D. Hall; tiene una fantástica escenografía, e incluso los intertítulos demuestran una gran inventiva. El elenco, dentro del cual algunos de sus miembros están familiarizados con el género (por ejemplo, Tully Marshall, Arthur Edmund Carewe, George Siegmann y Lucien Littlefield), está bien escogido, -si bien ninguno de los personajes requiere mucha profundidad, pues son sólo estereotipos, más o menos efectivos: el anciano pariente (también aterrado), el aspecto siniestro de la vieja criada -una mujer dedicada a su amo muerto-, los inocentes (la heroína), y los no tan inocentes. El director de esta película, Paul Leni, era alemán, y la película suele relacionarse directamente con el expresionismo. Esta película clásica es un ejemplo de cómo el cine alemán influyó en el cine que se hacía Estados Unidos en el mismo período. Posée una puesta en escena tan elegante como sombría.


Aunque el ritmo es algo lento (la trama se eterniza demasiado durante la segunda mitad), la película es tremendamente entretenida todo el tiempo; la primera vez que la ví, sentí que se le había prestado mucha atención al alivio cómico, pero tras un nuevo pase encontré esta mezcla de emociones y de risas de la película más equilibrada, (y que los gags cómicos no resultan arcaicos). Con respecto al elemento de terror, interviene el primer plano; la película es más un thriller realmente, de hecho, "El Gato..." en sí mismo es una innegable y memorable creación macabra.



Los créditos finales resultan bastante divertidos: reproducen la ficha con la lista completa de los interpretes que trabajaron en ella (que vendría a ser una marca comercial de Universal), de modo que los usuarios podrían citar a los participantes que les gustaban y los que no; -a todo esto le seguía una petición del presidente de la empresa Carl Laemmle, instando al público a escribir, junto con su dictamen sobre la película, la puntuación que le otorgaban a la misma. (Estas encuestas con el objeto de una mejora de sus productos, volverán a ser utilizadas para otros Silents, así como para posteriores películas de terror de Universal).


Soy un fan de las películas de terror así como de las películas mudas, algunos críticos han señalado que "la sobreactuación es intencionada", es lo que se entendia en 1927 como una parodia de la "Old Dark House", género que fue muy popular en Broadway durante la mayor parte de la década y que tuvo su continuidad en la pantalla de cine. Entonces todo el mundo conocía estos lugares comunes, suficiente razón como para tener una actitud condescendiente. Tengo que decir que esta es una de las obras más satisfactorias con el tema de la casa encantada. Tiene un desarrollo ligero y casi cada truco resulta una opción deliciosa - cámara en movimiento- , cortes bruscos a primer plano, ángulos góticos, etc.  El director Paul Leni logra hacer de esta obra de teatro una obra cinematográfica. (Una toma dónde un personaje miedoso corre a toda velocidad por el siniestro pasillo, al parecer el actor está montado en una bicicleta invisible);


El plano del cuerpo cayendo de un armario en la biblioteca ha sido muy imitado, tanto en serio (en "Enemigo Público", 1931), como en parodias (dibujos animados de Warner Bros.). Para una comparación rápida: "The cat and the Canary", y la película hablada de Roland West "The Bat". Aunque cualquier toma del "Gato" es bastante más asombrosa que cualquiera de los films de West; la película que nos ocupa, en su conjunto es más satisfactoria y menos teatral.



Escenas que, particularmente, se destacan para mí en este clásico de Paul Leni: Martha Mattox con una vela en la mano, camina por un estrecho pasillo donde hay toda una hilera de ventanas cubiertas, mientras en la calle el viento sopla con una fúria sobrenatural.



Tully Marshall a punto de leer el nombre del heredero; LaPlante probando que no está loca. Maravilloso el plano del moribundo superpuesto con las botellas de medicinas y los gatos gigantes (símbolo de los familiares que merodearán veinte años después por la mansión buscando su dinero). Mucha inventiva en los intertítulos; algunos momentos cómicos muy ingeniosos (sobre todo cuando la tía Susan encuentra a Paul debajo de su cama, y por los cristales de sus gafas de concha iluminados cree a primera vista que se trata del asesino conocido como "el hombre-gato", escapado de un manicomio); agradable contrapunto cómico con el que el director se las arregla para que el espectador respira por completo antes del desarrollo de la trama. Cuando por fín vemos, o mejor, adivinamos al maniaco, no nos defrauda; lleva unos complementos de carnaval: con unos falsos ojos saltones y unos monstruosos dientes de bulldog acecha a los incautos invitados. Una espantosa buscando mano de uñas largas llega a robar un collar del cuello una hermosa doncella. Paul Leni saca partido a todos los elementos de que dispone. La cámara pasea por estrechos pasillos con mucho viento, espía a través de los muebles, etc.


Leni incluso añade el equivalente a un sonido enmedio de un silencio aterrador: (Un personaje se asusta y grita. Al grito, un enorme cráneo con ojos llameantes aparece junto a los parientes reunidos). Probablemente esto causó más de un sobresalto la primera vez que fue mostrado en la pantalla grande.



Lo que realmente se destaca, -después de ochenta y tantos años-, es la brillantez con que se percibe el nivel técnico. La fotografía es una de las más grandes que he visto nunca, y hay muchos momentos innovadores dentro del género.



Incluso los títulos de crédito son francamente impresionantes (comienzan con una mano espeluznante quitando el polvo y las telarañas al cartelón del título); La puesta en escena de Charles D. Hall es maravillosa y su atmósfera global es muy dénsa de principio a fin. La película brinda muchos momentos escalofriantes, pero hábilmente mezclados con un humor entre tonto y macabro. He leído comentarios dónde álguien dijo que hay demasiada comedia, tengo que estar en desacuerdo con eso, pues las situaciones cómicas y los chistes visuales se mantienen en un perfil bajo y nunca afectan a la historia real. La parte central de la película se desarrolla un poco más lentamente, pero rl ritmo remonta cuando nos encaminamos hacia el final. Los personajes no están muy bien descritos, pero eso no importa demasiado, yá que el entretenimiento real proviene de los efectos visuales y la atmósfera espeluznante.



Kevin Brownlow se refiere a 'El gato y el canario' de Paul Leni, como "uno de los mejores melodramas parodicos."


Buen humor parodico del viejo género terrorífico de la "casa vieja y oscura', o simplemente un horror semi-grave o una comedia macabra, en cualquier caso, "El gato y el canario" representa un buen entretenimiento. El ambiente en la vieja mansión polvorienta está muy bien logrado, los planos y los intertítulos demuestran mucha creatividad, y la historia se mueve con buen ritmo. Estos son elementos más que suficientes para compensar una parcela con muchos agujeros y un par de personajes que se dejan sin desarrollar.


Resulta un tanto obvio que al tratarse de dinero el asesino sea de índole humana. Quizás sea un poquito achacable en ese aspecto. Ahora bien, eso no significa que la trama sea previsible, porque hay tanta cantidad de personajes que uno no puede vislumbrar con exactitud la identidad del villano. La mayoría de los intérpretes parecen disfrutar de sus funciones, y trabajan muy bien juntos, con la mayoría de ellos se hace buen uso en los momentos en que son el centro de la atención.







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LA MUJER FANTASMA./ EL REGRESO DE TOPPER.


Título original:  Topper Returns.

Año: 1941. Duración:  88 min.  País: USA.

Director:  Roy Del Ruth.
Guión:  Jonathan Latimer, Gordon Douglas (Personajes: Thorne Smith).
Música:  Werner R. Heymann.
Fotografía:  Norbert Brodine (B/N)

Reparto:  Joan Blondell (Gail Richards); Roland Young (Cosmo Topper); Carole Landis (Ann Carrington); Billie Burke (Mrs. Clara Topper); Dennis O'Keefe (Bob, el taxista); Patsy Kelly (Emily, la criada de los Topper´s); H.B. Warner (Mr. Henry Carrington); Eddie 'Rochester' Anderson (Eddie, el Chauffeur de los Topper´s); George Zucco (Dr. Jeris); Donald MacBride (Sargento Roberts); Rafaela Ottiano (Lillian, el ama de llaves de la mansión Carrington); Trevor Bardette (Rama el mayordomo de la mansión Carrington).
Productora:  Hal Roach Studios.

Premios:  1941; 2 nominaciones al Oscar: Mejor sonido, efectos especiales.
Género:  Comedia. Intriga. Fantástico.


Sinopsis:  Dos chicas, Anne (Carole Landis) y Gail (Joan Blondell), llegan haciendo autostop a una vieja mansión que una de ellas acaba de heredar. Los temores de las jóvenes sobre los extraños personajes que habitan la casa se confirman cuando una de ellas es asesinada. El fantasma de la chica asesinada irá en busca del hombre que les condujo en su coche hasta la casa para pedirle ayuda; este es Cosmo Topper, (Roland Young) gris banquero durante el día y detective de lo sobrenatural por la noche, -muy a pesar suyo-. Porqué la esposa de Topper, Clara, una cabecita loca (Billie Burke), está celosa y sigue a su marido hasta la siniestra mansión Carrington.

Eddie, el chofer: Perdone, jefe, pero ¿podría decirme para que vamos a la mansión Carrington?

Cosmo Topper: Para buscar un cuerpo.

Eddie, el chofer: Será mejor que busque uno para mí también, porque el que tengo está paralizado.


Una secuela algo tardía de una celebrada serie de comedias fantásticas que tendrían continuidad televisiva a mediados de los años cincuenta. El tono general es francamente agradable y su guión evidencia un notable ingenio. Tiene momentos realmente brillantes. Posiblemente sea el mejor film de la trilogía de Topper.



Esta fue la tercera película de una saga, probablemente la mejor, de la trilogía sobre Topper, viene después de LA PAREJA FANTASMA (1937) y TOPPER SE VÁ DE VIAJE (1939).


Donald McBride

 
"El regreso de Topper" es su título original. Ya en el año 37 el importante banquero Cosmo Topper tuvo otra experiencia extrasensorial en "La pareja invisible", con Cary Grant como protagonista, por tanto se trata de la 3ª película del actor Roland Young interpretando al Sr. Topper, un banquero de cerca de 60 años, casado, que tiene cierta facilidad para contactar con espíritus recién fallecidos.

Dennis O´Keffe


En esta película, comedia de fantasmas, llaman la atención las estupendas escenas que la convierten una mezcla de cómic con una realidad de pesadilla, en los momentos en la mansión Carrington la espléndida fotografía se asemeja a una série precisos dibujos al carboncillo, esto ocurre desde que el coche de Topper llega a la mansión con sus muros totalmente cubiertos de raíces y plantas, secuencia nocturna tenebrosa. Y atención también al logrado villano enmascarado, con sombrero y capa, escapando por los tejados del edificio o por tenebrosos pasadizos secretos. Todo ellos mezclado con humor a cargo del clásico jefe de policía estúpido e irascible, a punto de perder la cordura una vez perdidos los nervios, y del chófer negro de Topper y sus caídas por el túnel.

George Zucco

También importante es la participación de dos estupendas actrices: Joan Blondell y Carole Landis, impresionantes y atractivas figuras que ponen el perfecto contrapunto a unos personajes siniestros y sospechosos, una siniestra ama de llaves que parece salida de la película "Rebeca" de Hitchcock; los mayordomos y el siniestro doctor...


Rafaela Ottiano

El asesinato más divertido

Thorne Smith sólo ahora empieza a ser tomado en serio como escritor. A menudo se le tachó de simple fabricante de pulp fiction, las obras de Smith están llenas de burlas satíricas de la cultura americana ocultas en sus historias, bien escritas, de fantasía. Aunque las tres versiones de Hollywood de su mejor personaje deja de lado gran parte de la sátira para construir a partir de él unas comedias románticas muy entretenidas con muchas insinuaciones sexuales, consideradas obscenas cuando se filman a finales de los 30 y principios de los 40's. Esta tercera película añade un elemento de misterio, suspense y escalofríos a la comedia. Incluso el humor llega más rápido que en los dos primeros filmes de Topper. Billie Burke, como la señora de Cosmo Topper, protagoniza algunas de las mejores situaciones, las cuales describen con mucha inteligencia la vida cotidiana de una ociosa mujer de clase media-alta. Siendo una de las mejores actrices del reparto, ella sabe exactamente cómo usar estas situaciones para lograr un efecto cómico satisfactorio.



Las alabanzas deben prodigarse en el guión. La película contó con dos guionistas que en el futuro se especializarían en cine negro: Jonathan Latimer y Gordon Douglas, (el útimo se convertiría en un director de cierta distinción, que una vez estuvo al servicio de Laurel y Hardy en la comedia "SAPS AT THE SEA", 1940); es una combinación irresistible y hábil de varios elementos familiares para el público, en una combinación de lo más agradable. Está co-escrita por el novelista de misterio Jonathan Latimer (quien también escribió algunos de los mejores episodios de "Colombo" en la década de 1970), y en las actuaciones de Young, Burke, Eddie "Rochester" Anderson y Joan Blondell, que roban la película a la cabezas de cartel Carole Landis. - Es una película de Topper, después de todo -. El guión está más inspirado en los personajes de Thorne Smith que en lo que este escribió, muy recomendada para los fans de los relatos de humor de este novelista extraordinario.



En la casa donde tiene lugar el misterio del film, los muebles no son lo que parecen: debajo de la mansión hay una corriente subterránea. Hay también una especie de carro de ferrocarril al que se accede a través de una de las trampillas de la librería falsa, la desaparición de unas sillas pegadas a una falsa pared, y otros aparatos de las novelas de misterio de este período.


Una película curiosa de intriga y humor, con trucos efectivos, buenos golpes de humor, rápidas persecuciones automóvilisticas, un guión ágil y planos de gran vistosidad. Divertidísima comedia fantástica con toques de cine negro, tristemente olvidada con el tiempo, pero totalmente reivindicable. El reparto está perfecto, los diálogos y situaciones desbordan ingenio y simpatía y mención aparte merecen los magníficos decorados de la mansión, llena de pasadizos y escondites secretos, y los muy asombrosos (para su época) efectos especiales. Un pequeño clásico.


H. B. Warner
Nota especial: atención a los efectos especiales que fueron nominados para un Oscar. El hombre detrás de ellos era Roy Seawright, que había sido también el encargado de los efectos especiales en las dos primeras entregas de Topper. Fue ayudante del departamento de efectos especiales en el clásico de terror de 1933 "The Invisible Man", y los trucos fotograficos se parecen mucho a los de este film.



Roland Young es para muchos espectadores el definitivo Topper, pero Leo G. Carroll, que interpretó a Topper en la televisión, hizo un buen trabajo también. Excelente comedia de misterio.



Esta cinta de Roy del Ruth viene precedida por dos películas dirigidas por Norman Z. McLeod, -la primera con Cary Grant y Constance Bennett-. Del personaje Topper también hicieron una série de televisión, así como un telefilm en 1979.


He encontrado siempre esta película más encantadora que la película de Topper que protagonizó Cary Grant (¡y eso ya es mucho decir!) no sólo es Joan Blondell la responsable de la diversión, la casa es enorme. Hay escaleras secretas, las sillas sintonizan con pasillos secretos.



Hal Roach Studios presenta una continuación de Cosmo Topper. La rutina del género de Old Dark House es subvertida en esta aventuras sobrenatural con Cosmo y la mujer fantasma en una mansión espeluznante al borde de un acantilado, llena de extrañas desapariciones, pasadizos ocultos, y un asesino diabólico cuchillo en mano. Eddie (Rochester) Anderson hace referencia a 'volver a trabajar para el señor Jack Benny', y cae varias veces por un pozo custodiado por una foca; o el terriblemente lerdo detective de la policía (Donald McBride). Todo funciona de maravilla. Ya sé que no es una de las grandes comedias de la siglo, pero a mí me divierte siempre muchísimo. Es un deleite y no se la pueden perder si les gustan las buenas comedias.



Un reparto eficaz, hecho en el cielo. Joan Blondell era una actriz estupenda con múltiples registros, una todoterreno que podía desempeñar cualquier papel. Aquí asume un poco el papel desempeñado por Constance Bennett en las dos primeras entregas de la saga Topper. Donald MacBride, como el sargento de policía encargado de investigar los asesinatos, desempeña el papel de un policía tonto (típico rol del Hollywood en aquellos días) de tal manera que su estupidez e ignorancia son realmente creíbles y resulta muy divertido. Pero realmente el personaje que dá mas miedo en esta comedia es el personaje de Rafaela Ottiano que interpreta al ama de llaves.



La película contiene un humor agradable, aventuras fantasmales, comedia fantastica, un poco de novela policíaca con un asesinato y además es bastante entretenida. El casting es fabuloso. La hermosa Carole Landis, que por desgracia se suicidó con veintinueve años de edad después de un romance con Rex Harrison. Joan Blondell es un fantasma simpático, fue una actriz dramática magnífica y una gran comediante con mucho éxito y larga carrera. Roland Young es agradable, simpático como Topper, este personaje fue interpretado siempre por este actor, quién junto a Billie Burke componen un excelente y muy divertido duo. Mención especial merece el criado negro, Eddie Anderson, como el cobarde y lamentable chauffeur. En la película aparecen secundarios conocidos, especialmente de cine de terror como George Zucco ("Mad vampire", "El fantasma de la momia", "El hombre muerto caminando"), como el médico, Rafaela Ottiano ("Muñecos infernales") como un ama de llaves similar a la de Rebeca, e incluso Dennis O'Keefe ("El hombre Leopardo") como el taxista. Las secuencias de efectos especiales son especialmente impresionantes y estos fueron nominados para un Oscar. El film está producido por Hal Roach (el productor de las películas de Stan Laurel y Oliver Hardy y Harold Lloyd), y correctamente dirigida por Roy del Ruth.


La mayor parte de la película tiene lugar en una mansión terrorífica con puertas secretas, pasadizos ocultos, y un asesino espeluznante que, cuchillo en mano, está al acecho de sus víctimas oculto en las sombras.


Roland Young retoma su papel de Cosmo Topper, el puritano, banquero de mediana edad. En el film original, Cary Grant y Constance Bennett fueron los fantasmas que sólo podía ver Topper.
Esta vez se trata de Joan Blondell, quien resulta accidentalmente asesinada.



Billie Burke es la histérica y algo chiflada señora Topper. Donald MacBride es un sargento de la policía nervioso extraido directamente de los Keystone Cops.


                                                       

La amiga de Joan Blondell en el film, Carole Landis, interpreta a una chica rica que íba a ser la víctima inicialmente prevista del asesinato. 
Landis inició su carrera en los primeros años 20 y se suicidó en el 29. Era una mujer preciosa que, lamentablemente, ha sido olvidada.



Carole Landis

Esta secuela del clásico de 1937 es en realidad una película mejor, a pesar de la ausencia de Cary Grant. Esta película está cargada de gente con talento -Joan Blondell, Roland Young, Carole Landis, Billie Burke, George Zucco, Patsy Kelly, Eddie Anderson, Dennis O'Keefe, Rafaela Ottiano, todos los cuales tienen sus momentos de brillo en ella. Blondell lleva la película pero el reparto es impresionante. Principalmente es una comedia, que funciona como una obra de misterio también. Anderson y Burke son especialmente divertidos y Blondell es una delicia, muy atrevida y muy sexy, (sobretodo cuando la mujer fantasma aparece desvestida, aunque invisible, en pantalla; y el boquiabierto Topper vé solo una combinación andante); se la vé con unos cuantos quilos de más; más gordita que en sus películas de 1930 con la Warner Bros., pero esas curvas extra le dán un aire a lo Mae West o Jean Harlow.


    

Roland Young
Roland Young y Billie Burke cuentan con mejor material del que tivieron en la anteriores entregas de Topper. Por supuesto que el foco de atención es Cosmo Topper, atrayendo a los fantasmas como polillas a una llama y, la finada Blondell se alista él para saber quién la asesinó.


Joan Blondell

Sexy y bromista, Joan Blondell , quien ha acompañado a su mejor amiga a su casa señorial para conocer a su padre, después de muchos, muchísimos años, es acuchillada misteriosamente después de haber cambiado su habitación con la de Carole Landis -la víctima real de dos intentos de asesinato anteriores-. El fantasma de ella va al encuentro del vecino de al lado, Cosmo Topper, quién antes les había llevado en su coche hasta la mansión Carrington. Topper ve gente muerta todo el tiempo, mucho antes de que se pusiera tan de moda a raíz de "El sexto sentido". El género de la vieja y espeluznante casa embrujada sirve como telón de fondo primario cuando Topper va a la escena del crimen y descubre toda una série de identidades mezcladas, paneles ocultos, decenas de pistas falsas señalando la culpabilidad de cada uno, excepto para el asesino, pero generosamente tratados con un montón de divertidas ocurrencias de Young y de la bromista Blondell en forma fantasmal.




Muy divertida la relación entre Billie Burke y su criada, la subestimada Patsy Kelly, y naturalmente, el chofer Eddie " Rochester "Anderson, el más divertido de la película para mí, él rivaliza con la señorita Burke por conseguir los mejores momentos cómicos.
El compañero de Jack Benny, Eddie (Rochester) Anderson, era un fuera de serie. A este hombre no le importaba interpretar estos papeles de criado negro tonto, estoy seguro.  Eddie (Rochester) Anderson un actor negro de conjunto, literalmente, roba la película del elenco blanco, interpretando a un negro estereotipado. En el mejor gag del film, Rochester se cae varias veces a través por un agujero en el suelo hasta el lecho del río que fluye por debajo de la vieja casa.  El actor Eddie (Rochester) Anderson, que interpreta al chofer de Topper, fué compañero de Jack Benny en la radio y en la televisión. Él tiene las mejores escenas y situaciones de la película. Fue un cómico de gran talento, de los más divertidos del momento. Se destaca en cada papel de cada película que hizo. Fue uno de los pocos afro-americanos de su tiempo que pudo, a través del talento, elevarse por encima de los estereotipos racistas que proliferaron en el Hollywood del momento.



Hay una escena en "El regreso de Topper" con la participación de Eddie (Rochester) Anderson que es una joya, es cuando se asusta con el cuervo y se enfrenta a la foca en el embarcadero; -siguiendo el capricho inaugurado por "Au, secours!" de Abel Gance, de convertir una mansión encantada en un zoológico-.  No sé de quién fue la idea de que Anderson usara un abrigo de piel, pero esto le añade un pilar enorme a la diversión.


Eddie (Rochester) Anderson
Otro personaje que era completamente surrealista y muy divertido era Billie Burke. Aunque no tenía la misma personalidad de la primera película. En el film original "Topper" hacía de una burguesa snob y no resultaba tan divertida. En "El regreso de Topper" interpreta un personaje estrafalario. Resulta una película muy divertida y deliciosa.

Billie Burke y Patsy Kelly

Joan Blondell en los años 30

Pero la película cuenta con actores de la talla de los estupendos H. B. Warner como el enfermo y demacrado padre inválido de Miss Landis, el amenazante George Zucco es su médico siniestro; Rafaela Ottiano es un ama de llaves espeluznante pero asustada, Donald MacBride es un policía idiota, y la encantadora Patsy Kelly, - infrautilizada en el film -, es la incompetente criada de los Topper´s. 
Carole Landis resulta muy hermosa como la niña rica necesitada de protección; Dennis O'Keefe es el taxista dispuesto a proporcionar dicha protección.  Mezcla de comedia de misterio y horror con comedia sobrenatural.


Referencias a las obras de teatro contemporáneo para la radio de Orson Welles y Jack Benny;  y a Alfred Hitchcock - la película Rebecca (1940) - en los diálogos.
El espectador más exigente no debe esperar que todos los misterios sean resueltos al final, de hecho, la mayoría de los cabos sueltos siguen estando firmemente sueltos. Sólo hay que sentarse y disfrutar de esta comedia de escalofríos servida por un grupo de cómicos en estado de grácia.


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Otros muy recomendables esperpentos terroríficamente cómicos del productor Hal Roach:

APARICIÓN DE FANTASMAS. (Haunted Spooks, 1920). 25 min. USA.

Dirigida por: Alfred J. Goulding, Hal Roach.
Escrita por: H.M. Walker.
Fotografía: Walter Lundin (B/N)

Con: Harold Lloyd (El chico),  Mildred Davis (La chica), Wallace Howe (El tío).
Sinopsis: Después de numerosos intentos fallidos de suicidio, nuestro héroe (Lloyd) se encuentra con un abogado que está buscando un novio de pega para su bella cliente (Mildred Davis), a fin de asegurar un patrimonio. La herencia es una mansión, que su intrigante tío ha convertido en una especie de gruta del terror para que los inquilinos se asusten y así poder reclamar la propiedad.














Un niño negro cae en la harina y se vuelve blanco. Ernest "Sammy Sunshine " Morrison y Harold Lloyd en "Haunted Spooks" de 1920.


Este corto de Harold Lloyd es muy divertido. No puedo ver el corto sin reírme de algo cada 30 segundos.

Pero antes de entrar a valorar esta hilarante película, quiero decir que no estoy de acuerdo con las opiniones que la califican como racista. Esto se debe a que algunos dicen que el título de esta película pretende ser un juego de palabras racial: 'fantasmas' en los años 20 era un término de argot para referirse despectivamente a los negros. En mi opinión, el fantasma es el tío, -interpretado por Wallace Howe-, que está tratando de asustar a la muchacha, interpretada por Mildred Davies, que acaba de casarse con el muchacho, interpretado por Lloyd. Por lo tanto, los sirvientes negros no tienen nada que ver con el plan del asustar a los protagonistas para que se marchen de la mansión embrujada, porque son los primeros en asustarse: bien escondiéndose detrás de las cortinas, bien saltando en el arcón de la harina, o bien ocultandose dentro de un par de pantalones enormes; además, los criados son aprisionados por el tío de la chica, disfrazado como un fantasma.


El inmenso talento como actor del niño negro Ernie Morrison (anunciado como "Sunshine Sammy"), establece un gag muy divertido sobre los estereotipos raciales. Morrison tenía unos siete años de edad en el momento de participar en este corto. En un brillante gag, Morrison se mete en unos pantalones que le cubren por completo. En lugar de salir de los pantalones, Morrison tropieza a ciegas por la casa. Esto se vé desde fuera como un par de pantalones andando solos sin que haya nadie en su interior. Por supuesto, todo el mundo que vé esto inmediatamente se asusta. La casa embrujada está llena de personajes de negros estereotipados, tan cobardes como Lloyd y Mildred. Hay un plano políticamente incorrecto que transcurre en un cuarto lleno de negros asustados, todos ellos temblando de miedo y moviendo las rodillas al unísono.


El pequeño muchacho negro, casi roba todas las escenas dónde aparece, su agilidad infantil confiere a sus escenas mucho movimiento; resulta realmente muy gracioso.


Ahora voy a hablar de la película.

En primer lugar, la presentación de los personajes, al principio de la película, es muy divertida. El espectador comprende, desde este momento, que nada de lo que ocurrirá en esta película vá a ser tomado en serio por sus responsables, en aras de la risa.


Los intentos del chico por consumar su suicidio son muy divertidos también: Trata de dispararse con una pistola de agua, cae desde un puente bajo el cual el agua es muy poco profunda, cae desde otro puente sobre una barca de remos; ¡todo es una gran payasada en esta película!

Los blancos también son presentados como muy tontos en la escena en la mansión del horror donde el chico, la chica, y los criados negros huyen de los 'fantasmas'.
Son todos muy tontos para satisfacer al público  con el humor espeluznante que reina en el lugar.


Keaton y Chaplin llevaban la voz cantante con las comedias silentes; Harold Lloyd ha sido siempre muy infravalorado por tener un estilo presuntamente liviano. Esto es inexacto, Lloyd podía hacerlo todo caídas, comedia muy sutil, escenas dramáticas, cine sonoro; era un gran actor. Vean su atinada actuación durante los primeros 7 minutos de "Haunted Spooks", dónde Lloyd es el pretendiente de una chica de la alta sociedad, y está compitiendo con otro pretendiente; en esta escena el ritmo es sorprendente.


Pero la acción pronto deriva hacia el humor cruel: Los diversos intentos de suicidio fallidos son muy divertidos, me recordaron que todos los grandes de la comedia de la época del cine mudo trataron de provocar risa mediante un intento de suicidio. Cuando la película se centra en la casa encantada, el humor resulta políticamente incorrecto para nuestros días.

Afortunadamente, el slapstick puro también aparece en la película: especialmente en persecuciones, en favor de risas genuinas y dispositivos ingeniosos; (Muy divertida la escena donde Harold y Mildred van en un coche en el que también van unos pollos y patos que picotean a Lloyd en la cabeza). Curiosamente, en la parte de la casa encantada de la película hay un momento que me recuerda al "Nosferatu" de F. W. Murnau, -a pesar de que la película de Lloyd es anterior a la obra maestra del genio alemán, por 2 años-.


Esta es la película Lloyd estaba haciendo cuando parte de su mano derecha fue mutilada por una bomba que le explotó de forma inesperada. Si se fijan, se puede ver la mano protésica (o un guante de moldeado) que reemplazaba su propia mano en una serie de escenas.




Divertidísima  y ágil primera escena de "Aparición de fantasmas"
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LA ESTROPEADA VIDA DE OLIVERIO OCTAVO. (Oliver the Eighth, 1934). 27 min. USA.

Director: Lloyd French.
Fotografía: Art Lloyd (B/N).
Musica: Marvin Hatley, Ray Henderson, Leroy Shield.

Con: Stan Laurel (Stan); Oliver Hardy (Ollie); Mae Busch (La viuda);  Jack Barty (Jitters el mayordomo).
Sinopsis: Los propietarios de una barbería, Stan y Oliver, responden al anuncio personal de una viuda rica que busca un nuevo marido. Oliver esconde la carta con la propuesta de Stan y llega por correo solamente la suya. Cuando Oliver recibe una propuesta de matrimonio de la viuda, se dispone a comenzar una vida de riquezas y placeres. Pero en ese momento Stanley descubre que su carta no fué enviada por correo y exige ír con Oliver a la mansión de la viuda. Una vez allí, son informados por un mayordomo espeluznante de que la dueña se volvió completamente loca por haber sido plantada una vez por otro Oliver; su hobby ahora consiste en casarse con todos los Olivers que pueda encontrar y degollarles. Hasta ahora ha habido siete Olivers.



Stan Laurel: "Estaba soñando que estaba despierto, y luego, de repente, me desperté y me encontré dormido."

¡Algo así como "Arsénico por compasión" transformada en un corto de Laurel y Hardy!

Este corto de Laurel y Hardy merece ser visto sólo porque el tema que trata es muy atrevido y muy diferente de los demás filmes que hizo la pareja cómica conocida como "El gordo y el flaco". ¡La trama es muy, muy oscura!, y muy extraña. En el sentido de que el espectador siente como si Stan y Oliver se hubieran metido en el rodaje de una película basada en una obra de Edgar Allan Poe. Este sin duda, es uno de los cortos más divertidos que he visto del dúo, en la escena que trancurre en el dormitorio me reía en voz alta.


Adoro esta película. Es una gran comedia oscura que cuenta con todo el humor y los momentos típicos de slapstick de la pareja que la interpreta.

Los protagonistas conocen a algunas personas que están aún más locas de lo que aparentan a simple vista. Mae Busch interpreta a la viuda y Jack Barty al mayordomo Jitters ("Nerviosismo"); personajes locos y terroríficos que hacen que la película sea tensa e impredecible. Normalmente no eran los actores secundarios los que destacaban en las tramas de las películas de Laurel and Hardy, pero esta película es realmente una excepción.

Jack Barty resulta divertidísimo y realiza alguna de las mejores escenas de pantomima que jamás he visto.


Stan, Ollie, Mae Busch y Jack Barty muestran su gran talento cómico en la inolvidable escena de la pantomima ante una cena invisible; (Escena robada por Alfonso Paso en su obra teatral "¡Cómo está el servicio!" ).

La interacción entre todos los personajes es perfecta. El tono de voz de Jack Barty es el de un histérico, tiene un poco de acento inglés, mezclado con un aire de profundidad. Su enunciación es sublime. El mayordomo es un psicópata; (no se pierdan cuando sirve la sopa, o cuando dá la clase).


Las escenas más divertidas son cuando Stan y "Nerviosismo" estan jugando una partida de cartas con una baraja invisible; dónde Stan queda como un tramposo al echar sobre el tapete una inexistente carta marcada. Es muy gracioso cada vez que Stanley empieza a hablar. Su cháchara sin sentido es maravillosa. Aquí, especialmente, tiene las mejores líneas de diálogo de su larguísima filmografía. Y la ya comentada escena de la cena con la comida invisible es otro de los grandes momentos cómicos que contiene este corto.


Jack Barty resulta muy gracioso como el enloquecido "Nerviosismo"; y Mae Busch ofrece una actuación totalmente impecable, como hizo en todos los personajes que interpretó. Trabajó en otras cintas de Laurel & Hardy, también. La sutileza abunda en la interpretación de "Madame" (Mae Busch), resulta perfecto como oscila entre el mundo real y el imaginario, en lo que parece ser una especie de esquizo-demencia. La señora resulta ser una asesina en serie que ha matado a siete hombres, todos ellos llamados Oliver.

La escena en que Stan y Ollie están en la cama, es en mi opinión es un gran ejemplo de suspense, terror y comedia 'in crescendo'. Especialmente cuando Ollie cree ver una mano en la parte inferior de la cama, -que resulta ser su propio pié desnudo- ...; un gag legendario.


Una gran película, aunque un poco decepcionante el final, todo resulta ser un sueño, un viejo y fácil recurso. El resto de la historia es emocionante y muy divertida. Al parecer, mientras esta película se estaba haciendo, el hermano de Stan murió, a los 33 años, mientras estaba siendo anestesiado por un dentista. Esta es una película muy divertida.



Jack Barty

Introducción de: "LA  ESTROPEADA VIDA  DE OLIVERIO OCTAVO" http://www.veoh.com/browse/videos/category/comedy/watch/v20253148Dp4qd6bF

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"El castillo de los fantasmas" (Au Secours!, 1923). Duración: (23 min. la versión restaurada en 1979 y 40 min. la versión restaurada en el año 2000). Francia.

Director: Abel Gance.
Guión: Abel Gance, Max Linder.
Fotografía: Émile Pierre, André-Wladimir Reybas, Georges Specht (B/N).

Reparto: Max Linder (Max); Jean Toulout (Conde de Maulette); Gina Palerme (Edith); Gaston Modot. Producida por: Abel Gance.


Para los estudiosos del cine este corto es un artefacto fascinante que ofrece más de lo que parece a simple vista. "Au Secours!" fue el producto resultante de una colaboración entre el director Abel Gance, más recordado por sus colosos cinematográficos, tan salvajemente aventureros como ambiciosos "La Roue" (1923) y "Napoleón" (1927), y Max Linder, recordado como la primera gran estrella de la comedia cinematografica. Desde 1907 Linder fue protagonista y director de sus propios cortos cómicos en Francia, mientras Charlie Chaplin era todavía un adolescente que intentaba entrar en el music-hall inglés. Con el tiempo Linder se vió ensombrecido por este rival más joven. Durante la Gran Guerra fué movilizado. Al poco tiempo regresó a su país gravemente herido; según unos, afectado por el gas mostaza y según otros por permanecer varias horas en el cráter encharcado de un obús. Las heridas no fueron sólo físicas. La depresión se cebó en él desde entonces.
Y en la década de 1920, cuándo Max Linder regresó a Francia después de trabajar en los EE.UU., -una experiéncia que resultó muy dura y competitiva-, era un hombre emocionalmente débil que llegó a decir a sus amigos que ya no se sentía con ánimo para divertir. Abel Gance, por su parte, ya había actuado con Linder en algunas de sus comedias en los principios de su carrera, y había surgido ya como uno de los más iconoclastas jóvenes talentos del cine francés, un director que, enérgicamente experimentó con la técnica cinematográfica, e ideó nuevas técnicas de efectos visuales y ópticos. En 1923, un agotado y empobrecido Linder combinó sus habilidades cómicas con las de la energía creativa de Gance; Linder apostó con su amigo Abel Gance que no podía hacer una película en menos de tres días. Gance aceptó la apuesta, y esta película es el resultado. Una desconcertante comedia.



Sinopsis: La premisa de "Au secours!" será familiar para cualquiera que haya escuchado una historia de fantasmas: Max interpreta a un hombre que acepta una apuesta, tiene que permanecer en un castillo, supuestamente embrujado, durante una hora (de 23:00 a medianoche) sin tener que pedir ayuda. Durante su estancia en el castillo Max se enfrenta a una experiencia de pesadilla. Se encuentra con la figura de cera de un criado que lleva su propia cabeza en una mano, con serpientes que se arrastran entre sus ropas, con un esqueleto andante de diez pies de alto, con un cocodrilo, con los muebles que cobran vida, entre otras extrañas visiones. De todos modos, los demonios que aterrorizan el héroe no son tan sólo los trucos habituales de las cintas de terror, como esqueletos o personajes sin cabeza, entre otras monstruosas figuras, sino también una gran variedad de reptiles y sáurios (serpientes, cocodrilos) y de animales salvajes (tigres, leones). A pesar del peligro evidente para su vida, Max se mantiene firme... Trata de beber de una botella y al instante se da cuenta de que es veneno. Intenta huir y se tropieza con espadas que caen del techo y con manos que atraviesan las paredes armadas con revólveres. Cuando Max cree que ha sobrevivido a todo, y está a punto de ganar su apuesta, una sorpresa más desagradable le espera. Finalmente es disuadido de mantener la apuesta hasta el último momento cuando su esposa llama al castillo del horror y le dice que está siendo amenazada de muerte por un súcubo; (esto es, por supuesto, una mala pasada úrdida por el propietario del castillo para garantizar su triunfo en la materia pecuniaria apostada).




El film no es exactamente notable en el manejo de los mecanismos del terror cinematográfico y la parte cómica se estanca, resultando repetitivo desde su mismo arranque, sobre todo porque Max pasa demasiado tiempo atrapado en una habitación. (Por cierto, he visto la versión de 23 minutos, -que es la que pongo aquí-, y no la versión restaurada de 40 minutos). Gance una vez más interpone sobre su interés a la técnica (aunque la imagen por desgracia sufre del nerviosismo, marca de fábrica del director, un paroxismo visual surrealista que distrae a la hora de interesar al espectador en lo que sucede en el plano): en este sentido es especialmente creativo el plano en el que Max se aferra a una araña que pende del techo, la cual cede paulatinamente bajo su peso; los trucos visuales de esta secuencia tratan de transmitir la sensación de vértigo del protagonista ante esta situación.



Este cuento de la casa encantada, muy, muy desigual, permite a Gance la oportunidad de jugar plenamente con unas técnicas básicas en cuanto a trucos cinematográficos como lentos travellings, contrapicados, cámaras lentas, escenas invertidas, montaje de alta velocidad, imágenes en negativo, y otros dispositivos; mientras que a Max Linder le permite la oportunidad de explorar una más profunda y oscura mirada del personaje que le hizo célebre; algo así como una de las últimas gracias de un cómico caduco. Aunque en las primeras escenas, esencialmente, repite el habitual repertorio rutinario del personaje 'Max' de sus muchas comedias cortas. Los giros de la historia pronto revelan un Max que no habíamos visto antes: tenso, asustado, angustiado. A pesar de los momentos cómicos esparcidos por doquier Max desempeña su papel con una intensidad terrible que resulta preocupante y llamativa. En particular, lo que mas me gustó es la fresca actuación de Max Linder, resulta tan expresivo como divertido. ¡Lástima que está casi olvidado hoy en día!. También he visto de Linder: "Siete años de mala suerte" (Seven Years Bad Luck, 1921) y "El estrecho mosquetero"/ "Los tres entrometidos" ('L'Étroit Mousquetaire'/ 'The Three Must-Get-Theres', 1922); muy buenas.



Esta es una interesante comedia corta francesa, muda, cuyo tratamiento visual se asemeja mucho a los efectos residuales del LSD. Del mismo modo que ciertos polvillos blancos (cocaína, se supone), parecían inspirar la locura del Doctor Tube de "La Folie du Docteur Tube", corto experirmental de Abel Gance de 1915. El director era demasiado auto-indulgente, pero también nos ofrece muchos gags divertidos, los cuales él mismo se empeña en filmar de manera totalmente plana, y en herir mortalmente a la película con unos trucos de cámara que si vemos lo que hacía Méliès en 1900 no parecen tan complicados; resultando estos molestos, cuando no estúpidos e ingénuos. A pesar de eso, la película tiene un ritmo rápido, a diferencia de los "colosos" historicos que le dieron tanta fama y prestigio a Gance. Realmente no hay nada demasiado original aquí, pero en general es una entretenida comedia muda.


La película no tiene un mensaje positivo, para qué nos vamos a engañar. Aprendemos desde el principio que Max es rico y no tiene ninguna responsabilidad; ni tiene un objetivo más amplio aparte de una luna de miel eterna y naïf con su (igualmente rica) esposa. Aunque Max suele aparecer generalmente como un galán encantador e ingenioso, el personaje que interpreta aquí es (extrañamente) el de un arribista, sobrado y egocéntrico.
A pesar de todas sus desventuras, Max al final del film parece ser el mismo imbécil que era al principio del mismo, y si ha aprendido algo o ha crecido como persona esto no se vé.
Y ya de paso, este Max podría escoger mejor a sus amigos, así se ahorraría tener que soportar las judiadas que le hace ese moderno Torquemada que es el Conde Maulette, con el  nada honroso proposito de divertir a un  hatajo de parásitos y haraganes como él mismo. Carente por completo de caballerosidad, este ocioso y cruel Conde venido a menos, se divierte la mar medrando, tendiendo maquiavélicas trampas y haciendo crueles putadas a sus amistades ¡con el infame objeto de conseguir dinero sin tener que trabajar!


Aunque Max Linder apareció en una película más, -"Max, domador por amor"- 'Der Zirkuskönig' - 'Clown aus liebe' (Le roi du cirque, 1924)-, "Au Secours!" tiene un carácter crepuscular y testamentario. Sus imágenes morbosas y su atmósfera escalofriante la hacen hoy en día mucho más macabra, especialmente si tenemos en cuenta lo que el destino tenía reservado para su actor principal: menos de dos años después de la realización de esta película, enfermo y profundamente deprimido, Linder murió en un pacto suicida con su esposa en Día de Halloween. "Au Secours!" tiene un final feliz, pero Max Linder no lo tuvo.



AU SECOURS!; el corto entero


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"El castillo encantado" ('El castillo de Vogelöd').

Título original: 'Schloß Vogeloed' ('Schloss Vogelöd'). Año: 1921. Duración: 74 min. País: Alemania.

Director: F.W. Murnau.
Guión: Carl Mayer, Berthold Viertel (Sobre la novela y la obra de teatro de Rudolf Stratz).
 Fotografía: László Schäffer, Fritz Arno Wagner (B/N).

Reparto: Arnold Korff (Señor Vogelschrey von Vogeloed); Kyser Lulu- Korff (Señora del castillo); Lothar Mehnert (Conde Johann Oetsch); Paul Bildt (Barón Safferstätt); Olga Tschechowa (Baronesa Safferstätt); Paul Hartmann (Conde Peter-Paul Oetsch); Hermann Vallentin (Juez local jubilado); Julius Falkenstein (Hombre miedoso); Georg Zawatzky (Aprendiz de cocinero); Robert Leffler (Mayordomo); Víctor Bluetner (Pater Faramund/ Sacerdote católico, Delegado papal del Vaticano en Alemania); Walter Kurt Kuh (Vallet de chambre); Loni Nido (Niña).  Productora: Uco-Film.

Género: Drama. Intriga.



Sinopsis: En el castillo Vogeloed tiene lugar una peculiar montería. Unos aristócratas están esperando a la baronesa Safferstatt cuando aparece su excuñado, el conde Oetsch, que se ha invitado a sí mismo... Hay secretos de familia. Todos creen que asesinó a su hermano, -el primer marido de la baronesa Safferstat-, hace 3 años. Así que este conde es un indeseable para la alta sociedad; sin embargo, nunca ha sido juzgado por este presunto crimen. Oetsch se queda en el castillo argumentando que no sólo no es ningún fraticida sino que además descubrirá al autentico asesino, oculto entre los invitados a la partida de caza... Cuando la cacería se suspende por culpa de una tormenta, los personajes de la historia se ven obligados a una tensa convivencia forzosa. La Baronesa Safferstätt pide confesión con Pater Faramund, el Delegado papal del Vaticano en Alemania. Tras unas oscuras revelaciones por parte de la Baronesa, el clérigo desaparece misteriosamente del castillo Vogeloed, sin dejar rastro...


Este temprano trabajo de Murnau no tiene ninguno de los efectos especiales, ni la fotografía intensa, ni los efectos visuales de las obras maestras posteriores de este gran maestro alemán. Está filmada con planos fijos, como ocurre con la mayoría de las películas de este año. Murnau muestra su carácter de gran director, su firme e inigualable capacidad artística y su comprensión hacia nosotros, al hacer que el espectador participe en la narrativa del film.



Sin querer revelar la trama, diré simplemente que contiene la cantidad apropiada de tensión y que el tratamiento visual que reciben los hechos del caso es psicológicamente muy interesante para la época. Se observa que el matrimonio va mal cuando el primer marido se obsesiona con una filosofía religiosa que antepone a todas las cosas del mundo (incluyendo a su esposa) -en esta trama está el corazón de "Tartufo" de Moliere, obra que inspiraría una tan libérrima como hábil película a Murnau, unos años más tarde-.



Murnau nos brinda una historia turbia, oscura, que nos absorbe poco a poco...; la cuál remata con una bonita cola de vaca o broma final. Esta es una película muy personal de Murnau, que establece un precedente de la película más famosa del autor: "Nosferatu el vampiro". Murnau demuestra su excelente dominio de la cámara y de la iluminación dentro de las bases del expresionismo. El suspense que destila "Haunted Castle" es digno de una película de Alfred Hitchcock, y la trama es sorprendentemente compleja para tratarse de un film mudo.



Otro aspecto interesante es una escena que utiliza una mano de Nosferatu con un efecto similar al del film "Nosferatu", rodado el año siguiente. Parece la mano de Graf Orlock, es una mano siniestra con garras que entra desde el exterior, por la ventana de un dormitorio, -en una secuencia donde tiene lugar un sueño extraño-, acompañada por una cortina ondulante parecida a la que aparece en la película norteamericana de Paul Leni: "El gato y el canario" (comentada al principio de esta mísma página) y unos años más tarde en "La vieja casa oscura" de James Whale (película que aún no he visto pero he leído la novela de J.B. Priestley 'Benighted' en la que se basa). Al sueño terrorífico le sigue un sueño en un tono de comedia bizarra, situado en la cocina del castillo, donde un niño aprendiz de cocinero sueña con vengarse por las humillaciones que recibe continuamente por parte del Jefe de cocina... Este alivio cómico tan surrealista es muy de agradecer, teniendo en cuenta que este film está presentado sin una partitura musical siquiera, y adolece de un exceso de intertítulos.


Las bajas pasiones y la religión mal asimilada son las causas de la conversión de una dúlce esposa en una siniestra arpía cruel, hipócrita y cobarde. (Olga Chekhova en 'Schloß Vogeloed').

Es una película primeriza de misterio. Hay algunas buenas actuaciones en ella, pero he disfrutado sobre todo de los planos en los que la lluvia empapa las carreteras y los campos. En las secuencias de los sueños Murnau hace un buen trabajo al equilibrar el miedo y la comedia, y aunque la trama es bastante transparente para el espectador actual, la crítica social que hace de una aristocracia decadente y estancada en el espacio-tiempo realmente funciona bastante bien y la historia es bastante intrigante.


Lo que hace que un vistazo a "The Haunted Castle" valga la pena, sin embargo, -al margen de la disección del tejido social de su entorno de clase alta, de la mecánica de misterio de la trama, de las dos breves secuencias de los sueños surrealistas, o incluso de las acertadas actuaciones naturalistas (siguiendo la norma general prevaleciente en el cine alemán en 1920) llevadas a cabo por la mayoría de los actores-; es la presencia abrumadora de Olga Chekhova, carismática actriz alemana-rusa que estuvo casada con un sobrino de Antón Chekhov y fué una espía para el gobierno ruso destinada en la Alemania nazi, que se codeó con personajes tan famosos (e infames) como Adolf Hitler, Hermann Göring y Josef Goebbels. Esta es tan sólo la tercera de sus 139 películas como actriz, (también dirigió y produjo cinco películas).

Olga Chekhova está magnífica cuando en medio de un delirio religioso, (brote provocado por su temible fervor fanático), mira hacia el vacío mientras su mano crispada se agarra a la funda del reposabrazos del sofá dónde está sentada, y la estruja. Su garra de depredador, de ave rapaz, mostrada en primer término, es tan temible como la del conde Orlok del comentado sueño-flashback y en el film "Nosferatu".


Esta es una película muy interesante, un buen ejemplo de la dirección y la narrativa de la época. El visionado de esta cinta vale la pena solamente por las dos secuéncias de los sueños. Pero, asegúrese usted de verla una noche tormentosa de invierno.



La película fue rodada en 16 días y estrenada antes de que último capítulo de la novela por entregas en que se basa hubiera sido impreso en el "Berliner Illustrierten".

La envolvente fotografía fué competencia de László Schäffer ("Berlín: Sinfonía de una Gran Ciudad") y Fritz Arno Wagner ('Nosferatu' y varias de las películas de Fritz Lang y G.W. Pabst). Además, Hermann Warm ("Caligari", "Vampyr") fue el diseñador de producción. Y el gigante Carl Mayer ("Caligari","The Last Laugh"), fue uno de los guionistas. La película resulta muy interesante por un uso temprano de flashbacks, -ya que poco a poco divulgan los acontecimientos que hay detrás de un crimen pasado del que se acusa al hombre equivocado-.

 



Un delirante fervor religioso, una horrible pesadilla con la garra del conde Orlok como protagonista, y la justicia onírica en 'Schloß Vogeloed'



Los dos sueños que contiene el film  'Schloß Vogeloed'. 
El primero marcadamente expresionista: con la garra del Diablo llevándose al infierno a un invitado miedoso; y el segundo surrealista y bufo: con el 'hombre-santo' del film incitando al peón a revelarse contra su patrón.